Las selecciones de Pakistán y Bangladesh lograron ascensos en las últimas posiciones del ranking mundial del ICC tras su destacada actuación en la clasificación para la Copa del Mundo femenina de cricket 2025, consolidando su crecimiento en el escenario internacional.

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En un año que promete marcar un hito en la historia del cricket femenino en Asia, las jugadoras de Pakistán y Bangladesh han visto reflejado su esfuerzo y talento en las recientes actualizaciones del ranking mundial del ICC (Consejo Internacional de Cricket).

La clasificación, que se actualizó el 22 de abril de 2025, refleja el crecimiento y la mejora en el rendimiento de estas selecciones, que lograron su pase automático a la próxima Copa del Mundo femenina de cricket, que se disputará en octubre en Nueva Zelanda.

Pakistán y Bangladesh aseguraron su participación en el torneo mundial tras terminar en las primeras dos posiciones del clasificatorio ICC Women’s Cricket World Cup Qualifier 2025, celebrado en Bangladesh.

Este evento fue crucial para ambas naciones, que buscan consolidar su presencia en la élite del cricket femenino internacional. La actuación destacada de varias jugadoras en el torneo se vio reflejada en el reciente ranking del ICC, donde varias de ellas lograron subir posiciones y establecer nuevos récords personales.

Una de las principales protagonistas fue Nahida Akter de Bangladesh, quien escaló dos puestos hasta situarse en la décima posición global en la clasificación para lanzadoras de ODI, tras conseguir seis wickets en el clasificatorio.

Su rendimiento le permitió alcanzar un récord profesional, consolidándose como una de las jugadoras más peligrosas en su posición. Por su parte, Sadia Iqbal, de Pakistán, alcanzó un nuevo máximo en su carrera, mejorando cinco lugares hasta la posición 17 en el ranking de lanzadoras, tras tomar nueve wickets en el torneo.

La joven de 29 años ha demostrado un crecimiento constante, que la sitúa como una de las pilares de su selección.

Otras jugadoras de Pakistán también mejoraron su posición. Fatima Sana subió cinco lugares hasta igualar en la posición 27, mientras que Diana Baig ascendió tres puestos hasta la 35. Estas mejoras reflejan la evolución del cricket femenino en Pakistán, un país donde el deporte aún busca mayor reconocimiento y apoyo institucional.

La historia del cricket femenino en Pakistán data de los años 50, pero fue en la última década cuando se ha visto un crecimiento significativo en la inversión y formación de jugadoras.

En el caso de Bangladesh, Nahida Akter se convirtió en una de las figuras clave, y su ascenso en el ranking coincide con una serie de actuaciones sobresalientes en los últimos años.

La selección femenina de Bangladesh ha ido escalando posiciones en los últimos años, impulsada por jóvenes talentos que están rompiendo moldes y aportando un estilo de juego agresivo y técnico.

La clasificación para la Copa del Mundo 2025 representa un paso importante en su historia, ya que la última participación en el torneo mundial fue en 2017.

Por otro lado, en el ámbito de los bateadoras, Hayley Matthews de las Indias Occidentales fue la máxima wicket-taker en el clasificatorio con 13 wickets, manteniéndose en el top 10 del ranking mundial, en la novena posición.

Además, subieron en la clasificación otras jugadoras como Afy Fletcher, que alcanzó la posición 21, y Karishma Ramharack, que quedó en la posición 25.

Matthews también ascendió en el ranking de bateadoras, llegando al quinto puesto tras anotar 240 carreras en el clasificatorio. Gaby Lewis de Irlanda y Sidra Amin de Pakistán también lograron mejoras significativas en sus posiciones.

Este crecimiento en las clasificaciones internacionales refleja el avance del cricket femenino en Asia y el Caribe, regiones donde el deporte aún busca consolidarse como una opción de participación y visibilidad.

La historia del cricket femenino en Bangladesh y Pakistán muestra un proceso de lucha y perseverancia, con raíces que se remontan a décadas atrás, pero que en los últimos años ha recibido un impulso importante gracias a la inversión en infraestructura y formación de jugadoras jóvenes.

El próximo torneo mundial será un punto de inflexión para estos países, que buscan consolidar su presencia en la élite del cricket femenino mundial y demostrar que el talento y la dedicación pueden transformar el deporte en sus naciones.

La mejora en las clasificaciones del ICC es solo el comienzo de una etapa en la que estas selecciones aspiran a dejar huella en la historia del cricket internacional.