En un emocionante encuentro, el equipo estadounidense logró imponerse a Serbia en las semifinales del baloncesto masculino, asegurando su lugar en la final de París 2024.
En el contexto de los Juegos Olímpicos, el baloncesto masculino siempre trae consigo una historia apasionante, especialmente cuando se habla de la selección argentina, que en el año 2004 logró hacer historia al vencer a Estados Unidos en Atenas.
Con cada nueva edición, la gesta del equipo dirigido por Rubén Magnano se revaloriza, y mientras el mundo observa este deporte, se han vivido momentos intensos en la presente edición de París 2024.
En las semifinales, el equipo estadounidense, conocido como el "Dream Team", se enfrentó a Serbia, un rival que ha demostrado su calidad en el baloncesto mundial, liderado por la estrella Nikola Jokic.
Este encuentro, celebrado el jueves, fue un espectáculo impresionante, donde ambos equipos lucharon por un lugar en la final.
Desde el comienzo del partido, Serbia tomó la iniciativa, finalizando el primer cuarto con una ventaja de 31 a 20. Jokic, el jugador más destacado, no solo lideró el marcador, sino que también mostró su capacidad para influir en el juego.
Serbia alcanzó una ventaja de 17 puntos en el segundo cuarto, colocando el marcador en 42 a 25, y dejando a los estadounidenses en una situación complicada.
Sin embargo, con el talento de sus estrellas como LeBron James y Steph Curry, el equipo estadounidense empezó a recuperar terreno.
A pesar de las dificultades defensivas que encontraron al intentar frenar a los serbios, la capacidad ofensiva de USA se hizo notar.
Curry brilló con su habilidad para anotar desde el perímetro, convirtiendo 9 de sus 14 intentos desde la línea de tres puntos, mientras que Joel Embiid y Kevin Durant también aportaron significativamente al ataque.
El desenlace del partido fue electrizante.
A falta de 2 minutos y 35 segundos para el final, Serbia estaba al frente con un marcador de 86 a 84. Pero en un momento clave, Ognjen Dobric falló un tiro triple que pudo haber asegurado el partido para su equipo.
LeBron James, siempre crucial en instantes decisivos, no solo capturó el rebote, sino que rápidamente llevó el balón al ataque, donde asistió a Curry, quien anotó un triple crucial que cambió el rumbo del encuentro.
A medida que el partido avanzaba hacia su final, la presión sobre Serbia aumentó. Con un par de canastas y una defensa sólida, el Dream Team logró establecer una ventaja que se tornó insalvable para sus rivales.
Joel Embiid y Durant sellaron la victoria con grandes contribuciones en el último tramo del juego, y finalizaron el duelo con un 95-91 a su favor.
Así, Estados Unidos se aseguró un lugar en la final olímpica, donde se enfrentarán al equipo anfitrión, Francia, que cuenta con Victor Wembanyama, uno de los jugadores más destacados del presente, y quien ha dejado su huella en la NBA con los San Antonio Spurs.
Esta será una nueva oportunidad para que la selección estadounidense continúe su reinado en el baloncesto olímpico, donde no han perdido desde los Juegos de Barcelona 1992, salvo la excepcional victoria de Argentina en 2004.