La selección argentina de baloncesto comienza la fase de clasificación hacia el Mundial de Qatar 2027 enfrentando a Cuba en La Habana, con la presencia de jugadores emblemáticos y una apuesta por volver a las grandes competiciones internacionales.

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Tras no participar en el Mundial Indonesia-Japón-Filipinas 2023 y tampoco en los Juegos Olímpicos de París 2024, el equipo nacional busca consolidar su regreso a las grandes competencias internacionales.

Con una plantilla que combina veteranos de vasta experiencia y jóvenes promesas, #Argentina afronta esta fase de clasificación con la expectativa de recuperar su lugar en el #baloncesto mundial.

La llegada de figuras clave como Facundo Campazzo y Gabriel Deck, ambos cedidos por el Real Madrid, ha sido fundamental en el proceso de revitalización del seleccionado.

Estos jugadores, que jugaron en Bulgaria tras la participación del Madrid en la Euroliga, llegaron a #Cuba apenas un día antes del encuentro y aportan la madurez y liderazgo necesarios para afrontar estos desafíos.

En contraste, algunos jugadores importantes de su plantel, como Nicolás Laprovíttola, Luca Vildoza, Juan Ignacio Marcos y Leandro Bolmaro, no recibieron autorización para sumarse a la selección en esta ventana.

La ausencia de estos jugadores, todos con experiencia en las principales ligas europeas y en la NBA, supone un reto adicional para el cuerpo técnico, que en su lugar confía en la aportación de otros jugadores con pasado en Argentina y en el exterior.

Por su parte, la selección cubana también cuenta con bajas relevantes. La principal fue la de Jasiel Rivero, que aún se recupera de una fractura en un pie sufrida en octubre durante un partido con su club, el Estrella Roja de Belgrado.

La ausencia de otros referentes como Howard Sant-Roos y Yoanki Mencía obligará al equipo local a confiar en jugadores con menos experiencia, aunque con ganas de dar la pelea en su casa.

El debut del seleccionado argentino en esta ventana de clasificación fue dirigido por Nicolás Casalánguida, en sustitución de Pablo Prigioni, quien no pudo estar por motivos personales.

Casalánguida resaltó la preparación previa del equipo, que realizó una buena preparación durante el verano europeo y que llega con confianza a este inicio: “Estos 12 partidos en los que debemos clasificar nos toman como si fueran finales.

La experiencia de no haber clasificado en el último Mundial nos motiva aún más para no fallar ahora. Tenemos que mantener la concentración en cada encuentro y jugar con intensidad”, comentó.

Argentina posee un amplia tradición en el baloncesto internacional

Históricamente, Argentina posee un amplia tradición en el baloncesto internacional, y ha sido uno de los principales exponentes de América en este deporte, con múltiples participaciones en mundiales y Juegos Olímpicos.

Sin embargo, en los últimos años, la selección ha tenido altibajos, y su última participación en el Mundial fue en 2019, donde no logró avanzar más allá de los cuartos de final.

La competición en estas eliminatorias se extenderá hasta febrero de 2027 y distribuirá siete cupos directos para el Mundial de Doha, que se disputará del 27 de agosto al 12 de septiembre de ese año.

En esta primera fase, los 16 equipos se dividen en cuatro grupos, enfrentándose en partidos de ida y vuelta. Los tres primeros de cada grupo, junto al mejor cuarto, accederán a la segunda fase, en la que permanecerán los resultados obtenidos en esta primera etapa y lucharán por los cupos en Doha.

Tras el encuentro en Cuba, Argentina y Cuba realizarán un viaje de aproximadamente 7.000 kilómetros para enfrentarse nuevamente en Buenos Aires, en el estadio del Templo del Rock, el próximo lunes. En esa segunda jornada, también participarán Uruguay y Panamá, formando parte del grupo D. La expectativa es alta, y la atención de los hinchas argentinos está puesta en obtener un resultado favorable que instale al equipo en la siguiente fase.

Estas eliminatorias están diseñadas para mantener la competencia durante casi dos años y medio, hasta febrero de 2027, y representan la última oportunidad para que los seleccionados logren uno de los siete boletos directos rumbo a Qatar, donde el baloncesto mundial se congregará en un evento esperado por todos los fanáticos del deporte en todo el planeta.