El joven piloto estadounidense-argentino, hijo de Ricardo Juncos, hará su debut en el emblemático Autódromo Gálvez en los 200 kilómetros del TC2000, con una trayectoria internacional en ascenso y la mira puesta en la Fórmula 1.

Este evento, uno de los más prestigiosos del calendario nacional, será su primera participación en su país natal y representa un paso importante en su prometedora carrera internacional.
El joven piloto, cuyo apellido es sinónimo de tradición automovilística en #Argentina gracias a su padre, Ricardo Juncos, fundador del equipo #Juncos Hollinger Racing en la IndyCar, transita un camino que combina herencia familiar y ambiciones mundiales.
Aunque nació en Estados Unidos, Leandro se siente profundamente argentino y lleva en su alma la pasión por la velocidad y el deporte motor.
Desde pequeño, su interés por los autos estuvo ligado a su familia y su historia. Después de experimentar con el fútbol en las inferiores de clubes argentinos como River Plate, San Lorenzo y Central Córdoba, complementó su formación con temporadas en Europa, en academias de prestigio como las de Barcelona y Manchester City.
Sin embargo, fue el #automovilismo quien conquistó definitivamente su corazón, motivado también por la historia de su abuelo y su padre, quienes corrieron en diferentes tiempos y categorías.
Su carrera empezó en 2021, cuando tuvo contacto con un monoplaza en el Homestead-Miami Speedway en Estados Unidos, en la categoría F4 US con Gonella Racing.
Desde entonces, su progresión ha sido notable: debutó en la USF Juniors en 2024 con DEForce Racing y realizó pruebas en USF Pro 2000 y GB3, incluyendo la histórica pista de Silverstone en el Reino Unido, donde ya cosechó podios en circuitos de renombre como Oulton Park.
Su llegada a competiciones en Argentina fue en forma de prueba
Este mismo año, su llegada a competiciones en Argentina fue en forma de prueba, cuando manejó por primera vez un Chevrolet Tracker del equipo Pro Racing en Concordia, logrando un rendimiento que quedó a solo dos décimas del tiempo de referencia.
Ahora, su debut en Buenos Aires será un gran desafío, en un escenario que combina historia, tradición y sentimientos familiares.
Considerado una promesa del automovilismo, Leandro mantiene la meta clara en su horizonte: llegar a la Fórmula 1. En declaraciones recientes, afirmó que su plan está enfocado en alcanzar esa meta, que considera como su máximo objetivo. Actualmente, reside en Europa, donde entrena y compite en categorías que le permitan perfeccionar sus habilidades y cumplir sus sueños.
El piloto también destacó el peso de su apellido y sus raíces familiares. Para él, la tradición en la familia Juncos es un motor adicional: “Mi abuelo y mi padre corrieron en diferentes épocas y categorías, y siempre me inspiraron para seguir en este camino.
La familia forma parte de mi historia y de mi carácter. La presión me motiva a superarme”.
Por otro lado, expresó su entusiasmo por representar a Argentina, especialmente con la marca Chevrolet, que tiene un significado especial para su familia.
“Correr con Chevrolet es un orgullo enorme. Siempre estuvieron ligados a las carreras, tanto en Estados Unidos como en Argentina, y hacer que la marca siga creciendo en nuestro país es un sueño”, explicó.