La selección argentina se enfrenta a Chile sin sus figuras históricas, Messi y Di María, en un encuentro que marca un nuevo ciclo para el equipo.
Este jueves, cuando el árbitro venezolano Jesús Valenzuela dé inicio al partido entre Argentina y Chile, el público presente en el Estadio Monumental de Buenos Aires será testigo de un hecho insólito: por primera vez en más de una década, la Selección Argentina se enfrentará a un rival en un encuentro oficial sin Lionel Messi y Ángel Di María, dos de sus jugadores más emblemáticos.
La ausencia de estos futbolistas emblemáticos genera gran expectación y deja una notable huella en un equipo que ha estado forjado por sus destrezas y liderazgo en los últimos años.
La denominada Scaloneta, dirigida por Lionel Scaloni, se preparará para este significativo choque con un plantel que, aunque carece de las estrellas, tiene potencial y recursos para superar la ausencia de su capitán y otro de sus referentes.
Hay muchas especulaciones sobre cómo irá alineado el equipo y si Scaloni se atreverá a implementar una nueva disposición táctica que incluya dos delanteros de área y una sólida línea defensiva de cinco.
Remontándonos en la historia, Argentina no jugaba un partido oficial sin Messi y Di María desde el 15 de octubre de 2013, en un encuentro por las eliminatorias que tuvo lugar en Montevideo, donde el representativo local se llevó la victoria por 3-2. En aquella ocasión, la Argentina, bajo el mando de Alejandro Sabella, alineó a un equipo que contaba con figuras como Sergio Romero en la portería, y que finalmente, tras mucho esfuerzo, logró recuperar su estatus en la siguiente década, ganando múltiples títulos, incluyendo la Copa América y la Copa del Mundo de Qatar 2022.
Durante el periodo que ha pasado desde ese partido en 2013, Argentina ha disputado un total de 91 partidos, consiguiendo 55 victorias, 25 empates y 11 derrotas, lo que pone de relieve la notable transformación que ha experimentado el fútbol argentino en los últimos años.
Scaloni ha sido capaz de gestionar un plantel diverso y talentoso, aunque Messi y Di María han sido los pilares.
Sin embargo, ha habido amistosos previos sin ellos, siendo el último en 2006 ante Indonesia, donde los argentinos también se impusieron.
La gran incógnita ahora es cómo el estratega Scaloni planea reemplazar a Messi y Di María.
La especulación más fuerte es que dicha ausencia pueda abrir las puertas a un nuevo sistema, que podría consistir en una línea de tres defensores, con la posibilidad de incluir a Nicolás Otamendi como capitán, en lugar del lesionado Messi.
Scaloní podría optar por combinar a los extremos Nahuel Molina a la derecha y Nicolás González a la izquierda, con un centro de campo reforzado por Enzo Fernández, Rodrigo De Paul y Alexis Mac Allister, o en su defecto, Leandro Paredes.
Julián Álvarez y Lautaro Martínez, quienes comparten una buena conexión tanto dentro como fuera del campo, podrían asumir el rol de los delanteros titulares, facilitando así un ataque conjunto que busca mantener la chispa en la delantera argentina.
Ricardo Gareca, técnico de la selección chilena, ya ha anticipado que ve con buenos ojos la plantilla argentina y valora el talento que aún conservan.
En este contexto, la Scaloneta regresa al campo de juego después de la Copa América, estableciendo un nuevo capítulo en su historia, y en el que se hará un reconocimiento especial a Messi y Di María, quienes estarán presentes en el estadio antes del inicio del partido.