Un lamentable incidente deja un saldo trágico en el deporte argentino tras un accidente de tráfico en Santa Fe. Las circunstancias del hecho han conmocionado a la comunidad deportiva.
En la madrugada del viernes, un trágico incidente tuvo lugar en Santa Fe, Argentina, causando la muerte de un árbitro de fútbol después de que una camioneta Hilux chocara contra un grupo de cuatro árbitros (dos hombres y dos mujeres) que regresaban a la capital provincial tras haber dirigido un partido en Rincón.
Este lamentable evento ocurrió en la ruta 168, donde la visibilidad era escasa debido a la falta de iluminación.
Los árbitros involucrados en el accidente fueron Antonella Álamo, de 27 años, Brenda Espinoza, de 32, Miguel Ángel Carrizo, de 26 y Diego Kominek, de 40. Tras el impacto, Kominek y las dos mujeres que viajaban en la moto se vieron directamente afectados, ya que al caer del puente, él desapareció en el agua.
La búsqueda se inició inmediatamente, involucrando a bomberos, policía y buzos tácticos.
A pesar de los esfuerzos, el primer rastrillaje no arrojó resultados positivos.
Sin embargo, después de cerca de 12 horas de angustiosa búsqueda, su cuerpo fue encontrado por un grupo de pescadores, lamentablemente ya sin signos vitales.
Este desenlace ha dejado a muchos en la comunidad deportiva profundamente conmovidos y consternados.
Mientras esto sucedía, Álamo, Espinoza y Carrizo fueron trasladados de urgencia al Hospital Cullen.
La situación de las dos mujeres es crítica, presentando múltiples heridas y golpes que requirieron intervención quirúrgica.
Actualmente, se encuentran en la unidad de terapia intensiva, mientras que Carrizo permanece bajo observación debido a sus contusiones.
El conductor de la camioneta, un hombre de 51 años cuyo nombre no se ha hecho público, permaneció en el lugar del accidente para intentar asistir a las víctimas.
Sin embargo, se espera que enfrente un proceso judicial por su implicación en este suceso trágico.
Diego Kominek, un árbitro activo en la Liga Santafesina, dirigía partidos en ligas libres o paralelas cuando no estaba en competición oficial.
Su padre, Juan Carlos Kominek, expresó su dolor tras la pérdida de su hijo, comentando que Diego simplemente "venía de dirigir para tener una moneda en el bolsillo". Estas palabras reflejan no solo el amor por el deporte que compartía el joven árbitro, sino también la tragedia que representa perder una vida en circunstancias tan inexplicables.
Este fatídico accidente ha abierto un debate sobre la seguridad en las rutas y la protección de quienes desempeñan roles importantes en el deporte, resaltando la vulnerabilidad de los árbitros que, a menudo, son los héroes anónimos del juego.
La comunidad futbolística y la sociedad en general se unen en duelo por esta lamentable pérdida.