La Zona de Especial Protección para las Aves y el Lugar de Importancia Comunitaria del Delta del Llobregat se amplían para abordar las preocupaciones sobre el impacto ambiental en la región.
La Generalitat de Cataluña ha tomado una importante decisión para salvaguardar uno de sus ecosistemas más valiosos, aumentando la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del Delta del Llobregat en aproximadamente 1.500 hectáreas, llegando a un total de cerca de 2.400 hectáreas.
Además, el área ha sido reconocida como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), ahora con el nombre de Humedales del Delta del Llobregat, que abarca más de 1.500 hectáreas.
Esta modificación responde a la exigencia planteada por la Comisión Europea en una carta emitida en 2021, en la que se consideró inadecuado el tamaño de la zona protegida en relación con el impacto que están generando las ampliaciones del Puerto de Barcelona y del Aeropuerto de El Prat.
El Delta del Llobregat es un paraje natural que se enfrenta a diversas presiones debido a su cercanía con importantes áreas urbanas, agrícolas y de servicios.
En este entorno, resulta crucial mantener una actividad agrícola sostenible que no solo contribuye a la economía local, sino que también respalda la conservación de la biodiversidad.
Los suelos agrícolas del delta desempeñan un papel esencial en la preservación de varias especies: albergan aves caracterizadas por su adaptación a zonas agrícolas, aves típicas de humedales y migratorias, que encuentran aquí un hábitat propicio.
El acuerdo también implica la inclusión del cauce del río Llobregat en la delimitación del LIC, al incorporar su recorrido entre la desembocadura y el puente de la carretera N-340, que une Molins de Rei y Sant Vicenç dels Horts.
Esta iniciativa resulta relevante dado que el ecosistema fluvial es vital para el bienestar de numerosas especies que dependen de estos hábitats.
La medida ha resultado de un exhaustivo proceso participativo en el que se ha dialogado con los actores territoriales involucrados, lo cual ha sido fundamental para estructurar una propuesta que contemple los intereses de la comunidad y la necesidad de proteger el medio ambiente.
La integración de la voz de los residentes y agricultores garantiza que la implementación de esta mejora no comprometa la actividad económica que tanto sustenta a la región.
Históricamente, el Delta del Llobregat ha sido un área privilegiada desde el punto de vista ecológico.
Desde su declaración como ZEPA, se han llevado a cabo distintas iniciativas para conservar sus ecosistemas, aunque siempre se ha visto amenazado por el desarrollo urbanístico y la expansión industrial de su entorno.
Esta ampliación de la superficie protegida es un paso adelante hacia una gestión más equilibrada que busque la sostenibilidad de este rincón natural.
El compromiso de la Generalitat con la protección ambiental se refuerza con este nuevo modelo de gestión, que podría servir de ejemplo a otras regiones, no solo en Cataluña, sino también en el resto de España y Europa, donde la preservación de la biodiversidad se convierte en un reto común ante la creciente presión del cambio climático y la actividad humana.