La Junta de Castilla y León y el Arzobispado de Valladolid han firmado un acuerdo para aumentar el parque público de viviendas en alquiler social, con una inversión de más de 30 millones de euros y la rehabilitación de 550 inmuebles.

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La Junta de Castilla y León, a través de su consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, ha dado un paso significativo hacia la mejora del acceso a la vivienda pública al firmar un protocolo de colaboración con el Arzobispado de Valladolid.

Este acuerdo tiene como objetivo principal aumentar el número de viviendas disponibles para el alquiler social en la comunidad, a través del programa conocido como Rehabitare.

El protocolo firmado por el consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones y el arzobispo Luis Argüello permitirá incorporar un total de 550 inmuebles en la región, con una inversión que supera los 30 millones de euros (aproximadamente 27 millones de euros).

Esta iniciativa no solo busca ofrecer un hogar a los colectivos más vulnerables, sino que también pretende revitalizar zonas rurales y optimizar los recursos municipales mediante la rehabilitación de edificios en desuso que son de titularidad municipal.

El programa Rehabitare se centra en la recuperación de inmuebles que puedan ser destinados al alquiler social, lo que ayuda a restaurar propiedades de gran valor patrimonial y a mejorar la calidad de vida en áreas que han sido tradicionalmente desatendidas.

En este sentido, la Junta tiene como prioridad atender las necesidades habitacionales de grupos en situación de especial protección, como los jóvenes menores de 36 años.

Además, Rehabitare se presenta como un instrumento clave para la reactivación económica y la creación de empleo en el ámbito rural, dado que las obras de rehabilitación involucrarán a empresas locales.

Hasta la fecha, se han rehabilitado 54 viviendas en la provincia de Valladolid, lo que ha supuesto una inversión de 3 millones de euros. La previsión es cerrar la legislatura con la rehabilitación de 67 viviendas, totalizando una inversión de 4,3 millones de euros.

El programa no es nuevo; en 2018, varios obispados de Castilla y León ya se habían unido a esta iniciativa, firmando protocolos para rehabilitar casas rectorales con el fin de destinarlas al alquiler social.

Hasta ahora, se han rehabilitado 33 viviendas con un presupuesto de 1.688.840 euros. Esta colaboración entre la Junta y las entidades religiosas ha permitido avanzar en la creación de un parque de vivienda pública que beneficie a quienes más lo necesitan.

La Junta ha intensificado sus esfuerzos para aumentar el parque público de vivienda, logrando una ampliación de 621 viviendas en Valladolid con una inversión total de 77 millones de euros.

Esto incluye 42 viviendas en venta dirigidas a jóvenes, con un descuento del 20%, y 579 viviendas en alquiler, de las cuales 82 han sido rehabilitadas con un coste de 11,5 millones de euros.

La estrategia también incluye la incorporación de 402 viviendas bajo un régimen de cohousing, con una inversión de 53,3 millones de euros, con el objetivo de crear comunidades sostenibles y accesibles para los jóvenes.

En este sentido, se estima que el precio de alquiler para estas viviendas oscilará entre 300 y 400 euros.

Con estas acciones, la Junta de Castilla y León reafirma su compromiso con la mejora del acceso a la vivienda pública y la revitalización de áreas rurales, mostrando que la colaboración entre instituciones puede generar un impacto significativo en la vida de las personas más vulnerables.