El presidente de la Junta de Castilla y León ha reafirmado el compromiso del gobierno regional en la atención de las zonas afectadas por las inundaciones, resaltando la colaboración interinstitucional.

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El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se ha trasladado hoy a la ciudad de Ávila para evaluar la situación provocada por las recientes inundaciones que han afectado gravemente a la región.

Las lluvias intensas han incrementado el caudal de los ríos Chico y Adaja, provocando daños en infraestructuras y viviendas. Durante su visita, Mañueco participó en una reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), donde se discutieron las medidas a implementar para mitigar los efectos de esta emergencia.

El presidente expresó que, aunque la situación ha mostrado signos de mejora, la Junta de Castilla y León mantendrá activado el Nivel 2 del Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones (INUNCYL) debido a que la Agencia Española de Meteorología (AEMET) ha emitido un aviso amarillo por lluvias en la zona.

Este nivel de alerta implica la movilización de recursos y la disponibilidad de equipos de emergencia, así como la preparación de helicópteros para posibles rescates en áreas de difícil acceso.

La buena coordinación entre las diferentes instituciones ha sido destacada por Mañueco, quien subrayó la importancia de trabajar en conjunto para enfrentar esta crisis.

Equipos de emergencia y personal especializado están en el terreno ayudando a los ciudadanos afectados, asegurando que se tomen las decisiones adecuadas en cada momento.

Las inundaciones han dejado a su paso carreteras, viviendas y otros bienes anegados, lo que ha generado una situación de gran preocupación para la población local.

Aunque Ávila se ha visto gravemente afectada, otras provincias también están enfrentando problemas relacionados con el clima. En la Cordillera Cantábrica, que abarca partes de León y Zamora, se ha declarado un aviso amarillo por nieve. Además, en Zamora se han reportado fuertes rachas de viento, lo que agrava las condiciones adversas en varias localidades de la comunidad.

El presidente Mañueco también aprovechó la ocasión para expresar su solidaridad con los abulenses, reconociendo el esfuerzo de los profesionales y voluntarios que están trabajando incansablemente para ayudar a las comunidades afectadas.

Hizo un llamado a la ciudadanía para que mantenga la precaución y siga las indicaciones de los servicios de emergencia, destacando la importancia de la responsabilidad colectiva en tiempos de crisis.

Este evento de inundaciones no es el primero en la historia reciente de Ávila. En 2015, la región también sufrió inundaciones significativas debido a lluvias torrenciales, lo que obligó a la Junta a activar planes de emergencia similares.

La experiencia acumulada en estas situaciones ha sido fundamental para la implementación de estrategias más efectivas en la gestión de desastres.

A medida que las aguas comienzan a retroceder, la Junta de Castilla y León reafirma su compromiso de apoyar a los afectados y restaurar la normalidad en la región.

Las acciones coordinadas entre el gobierno regional, los municipios y los servicios de emergencia son vitales para asegurar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos en estos momentos difíciles.

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