La Junta de Castilla y León ha decidido ampliar su sistema de videovigilancia de incendios forestales en la provincia de León, invirtiendo 790.000 euros en la instalación de 35 nuevas cámaras que permitirán una detección más eficaz de focos de fuego.

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La Junta de Castilla y León ha anunciado una importante ampliación del sistema de videovigilancia destinado a combatir los incendios forestales en la provincia de León.

Esta iniciativa, que representa una inversión de aproximadamente 790.000 euros (alrededor de 658.000 euros si se considera el tipo de cambio actual), tiene como objetivo la instalación de 35 cámaras que operarán las 24 horas del día, los 365 días del año, y que desempeñarán un papel crucial en la detección, prevención y extinción de incendios.

El sistema de videovigilancia, que ya estaba presente en León, se ampliará para cubrir más áreas del territorio, permitiendo a los profesionales obtener información en tiempo real sobre la intensidad de los incendios, las superficies afectadas y la evolución de los mismos.

Este avance es un paso significativo hacia la mejora de la seguridad y la protección del patrimonio natural de la comunidad.

A lo largo de los años, la Junta ha implementado este sistema en diferentes provincias como Zamora, Soria, Ávila y Salamanca, y recientemente se ha adjudicado la instalación en Segovia.

El ambicioso plan contempla la posibilidad de extender este sistema a toda la comunidad antes del año 2026, con una inversión total proyectada de 11 millones de euros (cerca de 9,2 millones de euros al cambio actual).

Desde su introducción en 2006, el sistema ha evolucionado, convirtiéndose en una herramienta vital para el manejo de emergencias. En el caso de León, las primeras cámaras se instalaron entre 2019 y 2020 en las comarcas forestales de El Bierzo, y ahora, con esta nueva licitación, se renovarán las cámaras existentes y se agregarán 16 en nuevas localizaciones, aumentando la cobertura visual del sistema.

El sistema de videovigilancia tiene la capacidad de abarcar una superficie potencial de 1.200.000 hectáreas, de las cuales 523.000 hectáreas estarán en visual directa, lo que representa aproximadamente el 34% de la superficie provincial. Esto será fundamental para la identificación temprana de focos de fuego y la reducción de la respuesta ante emergencias, permitiendo que los equipos de extinción lleguen más rápido a los lugares afectados.

Las características del sistema son sobresalientes. Puede vigilar áreas en un radio de entre 8 y 25 kilómetros, dependiendo de la visibilidad, lo que facilita la identificación de posibles incendios.

Además, permite verificar las alertas recibidas y evitar falsas alarmas, lo que optimiza el despliegue de recursos. A través de la geoposición y la visualización en tiempo real, se puede hacer un seguimiento de los incendios desde sus inicios, mejorando la capacidad de respuesta ante situaciones críticas.

El software que gestiona este sistema también es crucial, ya que permite la programación eficiente de las cámaras y la integración de la información en los Centros Provinciales de Mando (CPM) y el Centro Autonómico de Mando (CAM).

Esto asegura que la toma de decisiones se base en datos precisos y actualizados, lo que es fundamental para la extensión de las medidas preventivas y de extinción efectivas.

Con esta inversión en tecnología y recursos, la Junta de Castilla y León reafirma su compromiso con la protección del medio ambiente y la seguridad de sus ciudadanos, buscando mitigar los efectos devastadores de los incendios forestales en la región.