La Junta de Castilla y León activa medidas de prevención ante altas temperaturas y condiciones meteorológicas peligrosas que aumentan el riesgo de incendios forestales, haciendo un llamamiento a la responsabilidad ciudadana.
La Junta de Castilla y León, a través de su Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, ha emitido una alerta ante temperaturas que podrían alcanzar entre 33 y 39 grados Celsius (equivalentes a aproximadamente 91 a 102 grados Fahrenheit), acompañadas de vientos de hasta 60 kilómetros por hora y baja humedad relativa, situándose entre el 10 y 20%.
Estas condiciones, sumadas a posibles tormentas secas, generan un escenario extremadamente peligroso para los ecosistemas forestales y agrícolas de la región.
Supuestamente, estas temperaturas elevadas no solo afectan a Castilla y León, sino que también se han registrado en otras partes de Europa en años recientes.
Históricamente, la región posee un clima mediterráneo con veranos calurosos y secos, lo que la hace especialmente vulnerable a incendios forestales, especialmente durante periodos de sequía prolongada.
Ante esta situación, la Junta ha decidido activar un refuerzo en el operativo INFOCAL, un dispositivo dedicado a la lucha contra los #incendios forestales desde hace más de dos décadas.
El operativo, que incluye a bomberos forestales, agentes medioambientales, cuadrillas especializadas y puestos de vigilancia, ha incrementado su presencia en zonas de alto riesgo, especialmente en áreas cercanas a zonas agrícolas y de difícil acceso.
Se ha ordenado mantener en máxima alerta los puestos de observación y autobombas para responder rápidamente ante cualquier incidente.
Además, se recomienda a la población evitar actividades en el campo durante los días de mayor peligro, especialmente en horas de fuerte calor y vientos fuertes.
En particular, se aconseja suspender labores agrícolas como la cosecha si las condiciones de viento superan los 30 km/h y las temperaturas alcanzan o superan los 30 grados Celsius.
Presuntamente, estas recomendaciones buscan reducir al máximo las posibilidades de que un pequeño incendio se convierta en una catástrofe.
La Junta también hace un llamado a la responsabilidad individual y colectiva. La colaboración ciudadana resulta esencial para proteger el patrimonio natural, que ha sido víctima en varias ocasiones de incendios provocados o accidentales.
La historia de #Castilla y León evidencia que los incendios forestales pueden devastar vastas áreas
La historia de Castilla y León evidencia que los incendios forestales pueden devastar vastas áreas, afectando la biodiversidad, la economía y la calidad de vida de sus habitantes.
Supuestamente, en años anteriores, incendios similares han causado pérdidas millonarias en la región, además de daños irreparables en ecosistemas únicos.
Por ello, se insiste en que extremen las precauciones y colaboren en la vigilancia y reporte de cualquier actividad sospechosa que pueda poner en riesgo el entorno natural.
Las autoridades también han recordado que, en caso de emergencia, es fundamental actuar con rapidez y seguir las instrucciones de los servicios de emergencia.