La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural y la Comunidad de Regantes del Canal del Pisuerga han firmado un convenio para invertir 5,44 millones de euros en una planta fotovoltaica que beneficiará el riego de 12.000 hectáreas.
El gobierno de Castilla y León ha dado un paso importante en su compromiso por fomentar la eficiencia energética en el sector agrícola.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, junto con la Comunidad de Regantes del Canal del Pisuerga, han suscrito un convenio que permitirá la inversión de 5,44 millones de euros en la construcción de una planta fotovoltaica.
Este proyecto está destinado a abastecer de energía a un sistema de riego que abarca unas 12.000 hectáreas, beneficiando a alrededor de 4.000 propietarios de tierras localizadas en las provincias de Palencia y Burgos.
Esta iniciativa forma parte de un plan más amplio que prevé una inversión total de 63,2 millones de euros, que incluye el desarrollo de instalaciones fotovoltaicas para el riego sostenible de un total de 92.300 hectáreas, un incremento del 50% respecto a las 60.000 hectáreas inicialmente comprometidas.
La consejera de Agricultura, María González Corral, ha destacado que este esfuerzo no solo permitirá un uso más eficiente de los recursos hídricos, sino que también contribuirá a hacer las explotaciones agrícolas más rentables y competitivas.
Según sus palabras, el 40% del presupuesto del nuevo proyecto, es decir, 2,1 millones de euros, será aportado por la Consejería de Agricultura, lo que refleja el compromiso del gobierno regional con la sostenibilidad.
La planta fotovoltaica que se construirá tendrá una capacidad de 4.475 kW, destinada exclusivamente al autoconsumo.
Se estima que generará aproximadamente 6,7 millones de kWh al año, lo que se traduce en una reducción significativa de las emisiones de CO2, alcanzando un ahorro de 2.400 toneladas anuales.
Además, se prevé que esta infraestructura permita una disminución de entre el 30 y el 40% en la factura energética de los agricultores.
Esta iniciativa se enmarca dentro de un programa más amplio que ha visto la finalización de cinco proyectos y la ejecución de otros nueve, todos diseñados para potenciar una gestión más eficiente del agua y reducir los costos de producción agrícola.
La agricultura de regadío en Castilla y León ocupa 550.000 hectáreas, lo que representa solo el 13% del total de su superficie cultivada.
Esta limitación se debe a la falta de regulación en la Cuenca del Duero, lo que ha llevado a la consejera a subrayar la importancia de estas iniciativas, que no solo favorecen la eficiencia en el uso del agua, sino que también fomentan la incorporación de jóvenes al sector agrícola.
El gobierno de Alfonso Fernández Mañueco tiene como objetivo modernizar y transformar el riego en más de 30.000 hectáreas durante la presente legislatura.
En 2024, se han adjudicado obras por un valor de 72 millones de euros para modernizar 19.900 hectáreas, lo que refleja un esfuerzo continuo por parte de la Junta y las comunidades de regantes.
En los últimos 20 años, se han modernizado más de 125.000 hectáreas gracias a inversiones significativas, aportando un impulso vital para el desarrollo rural y la sostenibilidad de la agricultura en la región.