Las iniciativas de la Consejería de la Presidencia están diseñadas para empoderar a las mujeres en comunidades desfavorecidas, promoviendo su participación en la toma de decisiones y el acceso a derechos básicos.
En el marco de sus políticas de cooperación internacional, la Junta de Castilla y León ha establecido el empoderamiento de las mujeres como un pilar fundamental en sus acciones para el desarrollo.
Durante el año 2024, la Consejería de la Presidencia ha destinado más de 4 millones de euros a 32 proyectos de cooperación, de los cuales 26 se financiaron a través de convocatorias anuales, mientras que 6 proyectos adicionales fueron apoyados mediante una nueva línea de ayudas.
Estas iniciativas buscan no solo mejorar las condiciones de vida de las personas más vulnerables, sino también asegurar que las mujeres jueguen un papel activo en la resolución de problemas en sus comunidades.
Luis Miguel González Gago, Consejero de la Presidencia, ha enfatizado la importancia de una planificación cuidadosa que considere a todos los sectores de la sociedad, especialmente a los colectivos más desfavorecidos.
La evaluación previa de las situaciones locales es crucial para garantizar que cada acción emprendida promueva la igualdad de género y fomente cambios estructurales que beneficien a las mujeres en diversas áreas.
Uno de los focos de intervención es el acceso a la alimentación.
A través de proyectos que promueven la soberanía alimentaria, la Junta de Castilla y León se ha comprometido a capacitar a mujeres en comunidades rurales.
Por ejemplo, en Mali se ha implementado un proyecto que busca asegurar el derecho a la alimentación de los niños mediante la creación de huertas y la cría de aves y peces.
Esta iniciativa también contempla talleres para padres sobre nutrición y salud, así como campañas de vigilancia nutricional.
Se espera que alrededor de 800 personas se beneficien, más de la mitad de ellas mujeres, fortaleciendo su rol en la comunidad.
En El Salvador, otro proyecto apoyado por la Junta busca mejorar la soberanía alimentaria a través de la formación de mujeres en el cultivo de huertos productivos y el manejo de animales de granja.
Se estima que 550 personas se beneficiarán de esta iniciativa, con un enfoque especial en empoderar a las mujeres para que participen en la toma de decisiones en sus comunidades.
El acceso a la educación es otro ámbito clave en el que la Junta está trabajando para mejorar el papel de las mujeres.
En Senegal, se están construyendo instalaciones educativas para promover el derecho a la educación de niñas en áreas desfavorecidas.
Estas instalaciones no solo servirán para actividades educativas, sino que también promoverán la integración de las mujeres en la vida comunitaria, beneficiando potencialmente a unas 1,500 mujeres.
A su vez, en Guatemala, se está desarrollando un proyecto para mejorar la formación técnica de mujeres en Ciudad de Guatemala, donde se modernizarán las infraestructuras educativas con el fin de capacitar a unas 600 mujeres, preparándolas para acceder a mejores oportunidades laborales.
En conclusión, las acciones de la Junta de Castilla y León no solo buscan el bienestar inmediato de las mujeres y sus familias, sino que también se enfocan en aumentar su participación en la vida pública, garantizando que puedan ejercer sus derechos y hacer oír sus necesidades.
Esta estrategia integral es un paso hacia la construcción de sociedades más justas y equitativas, donde la igualdad de género sea una realidad.