Los vecinos de Buenos Aires ya pueden disfrutar de una vista inédita desde el mirador del Obelisco, un nuevo atractivo turístico que ofrece una perspectiva diferente de la ciudad y su patrimonio histórico.

En un avance significativo para el turismo y la cultura de Buenos Aires, este fin de semana se inauguraron las primeras visitas al nuevo mirador del emblemático Obelisco, uno de los monumentos más representativos de la ciudad.
La iniciativa, promovida por las autoridades municipales, busca ofrecer a residentes y visitantes una experiencia única desde las alturas, permitiendo apreciar la ciudad desde una perspectiva inigualable.
La apertura del mirador generó una gran expectativa entre los porteños. La convocatoria se realizó a través de las redes sociales oficiales de @baparticipacionciudadana, logrando más de 22,000 inscripciones en pocos días.
Posteriormente, se realizó un proceso de confirmación para garantizar que la experiencia fuera segura y cómoda para todos los asistentes. Este proyecto forma parte de una serie de acciones estratégicas para revitalizar y valorar el patrimonio histórico de Buenos Aires, en línea con las políticas de promoción turística y cultural de la ciudad.
El nuevo mirador se ubica en la cúspide del Obelisco, un monumento que fue diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch y construido en 1936 para conmemorar el cuarto centenario de la fundación de la ciudad por Pedro de Mendoza.
En 2025, el Obelisco cumple 89 años desde su finalización, y desde sus inicios ha sido símbolo de la identidad porteña. Originalmente revestido con lajas de piedra calcárea de Córdoba, en 1939 fue recubierto con revoque debido a desprendimientos.
El acceso al mirador se realiza mediante un ascensor interno, una obra que se había planificado desde los primeros días de su diseño. La estructura del ascensor, que fue inaugurada recientemente, permite a los visitantes llegar en aproximadamente un minuto hasta la cima, situada a unos 67 metros de altura.
Al descender del ascensor, los visitantes deben subir 35 escalones para llegar al mirador, donde se encuentran cuatro ventanas panorámicas que ofrecen vistas impresionantes de la ciudad y sus alrededores.
Este proyecto no solo representa una mejora en la infraestructura turística, sino también un acto de preservación y valorización del patrimonio. La iniciativa fue llevada a cabo en colaboración entre el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, el Ente de Turismo y la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano.
La obra incluyó también tareas de pintura exterior del monumento, que aún se encuentran en proceso.
El concepto de incorporar un ascensor en el Obelisco no es nuevo. Desde su concepción, en 1936, se soñó con facilitar el acceso a su cima para el público. Aunque la obra se concretó casi 90 años después, ahora Buenos Aires cuenta con un nuevo espacio para disfrutar de la ciudad desde las alturas, en un escenario que combina historia, innovación y turismo.
Este mirador será una opción perfecta para quienes deseen tener una vista privilegiada de Buenos Aires, especialmente durante la puesta de sol o en horarios nocturnos, cuando la ciudad se ilumina en un espectáculo visual.
La iniciativa busca también fomentar el turismo interno y promover el patrimonio cultural, haciendo que residentes y visitantes puedan apreciar la historia y la belleza de la ciudad desde una perspectiva diferente.
El Obelisco, además de ser un monumento nacional, ha sido testigo de numerosos eventos históricos y manifestaciones sociales a lo largo de las décadas.
La incorporación del mirador es una oportunidad para que más personas conozcan y valoren este símbolo, que ha sido protagonista de la historia porteña y argentina.
Sin duda, esta nueva atracción fortalecerá aún más la imagen de Buenos Aires como una metrópoli moderna, vibrante y comprometida con su patrimonio cultural y turístico.