El sistema de subterráneos de Buenos Aires celebra su 112º aniversario con avances en la restauración de estaciones históricas y la puesta en valor de su patrimonio cultural y arquitectónico, incluyendo la recuperación de cerámicas, murales y elementos originales del siglo XX.
Presuntamente, para celebrar este aniversario y preservar su legado, las autoridades han implementado un ambicioso plan de renovación y conservación que incluye la #restauración de estaciones históricas, elementos originales y murales que datan de principios del siglo XX.
El plan contempla la puesta en valor de 48 estaciones construidas antes de 1945, con especial énfasis en aquellas que tienen declaratoria patrimonial.
Presuntamente, se han restaurado casi 130 mil mayólicas originales en estaciones como Lima, Bulnes, Facultad de Medicina, Scalabrini Ortiz, Palermo, Plaza Italia, Agüero y Jujuy, reemplazándose más de 200 mil en lugares como Piedras y Congreso.
Estas cerámicas, que forman parte del #patrimonio arquitectónico y artístico del sistema, fueron sometidas a un proceso de diagnóstico para determinar su estado y la composición química de las piezas originales, garantizando así su conservación y correcta reproducción.
A lo largo de los años, el sistema de restauración ha involucrado a profesionales especializados en conservación, quienes realizan intervenciones minuciosas en revestimientos, pisos y murales.
En el caso de la estación Lima, las obras incluyeron la conservación de los solados originales de 1913, preservando así elementos únicos y autenticos de la época.
Además, se han restaurado elementos metálicos como barandas y pórticos, mediante limpieza, refuerzo estructural y reposición de piezas faltantes, siempre respetando la autenticidad de los materiales originales.
La intervención en murales también ha sido significativa, con 29 intervenciones en estaciones como Piedras, Congreso, Malabia, Uruguay, Carlos Gardel, Agüero, Plaza Italia y Tribunales.
El proceso de restauración sigue un procedimiento técnico riguroso que incluye relevamientos, análisis de composición y desarrollo de modelos de reproducción.
La coordinación con la Comisión Nacional de Monumentos y la Dirección General de Patrimonio
La coordinación con la Comisión Nacional de Monumentos y la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico de la Ciudad garantiza que cada intervención respete el valor patrimonial y simbólico del sistema.
Supuestamente, un ejemplo destacado es la estación Lima, donde además de los revestimientos, se ha conservado una guarda original de los solados de 1913, una pieza única que testimonia la historia del transporte en Buenos Aires.
En Piedras, los trabajos de puesta en valor ya están en marcha, asegurando la conservación del patrimonio.
El Laboratorio Patrimonial Centenera, construido en gran parte con materiales reciclados del sistema de subte, funciona como un espacio dedicado a la preservación y difusión del patrimonio porteño.
Allí se exhiben objetos, planos y maquinarias relacionadas con la historia del subte, además de trabajar en la restauración de cerámicas y otros elementos históricos.
La escuela Taller Casco Histórico, dependiente de la Dirección General de Patrimonio, trabaja en la restauración del coche Preston N° 4, uno de los pocos que aún existen de la línea original de 1912, mientras que la escuela Arranz ha realizado un mural de un tranvía histórico que será instalado en la entrada del Taller Polvorín, en el barrio de Caballito.
Por el Mes del Subte, el Museo del #Subte abrirá sus puertas el sábado 13 de diciembre desde las 16 horas, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de conocer más sobre la historia y el proceso de conservación del sistema.
El museo, ubicado en Av. del Barco Centenera 777 en Caballito, funciona regularmente en los últimos sábados de cada mes y forma parte de las acciones que buscan mantener vivo el patrimonio cultural y arquitectónico del Subte porteño.
En suma, estas acciones reflejan el compromiso de #Buenos Aires con la conservación de su historia y patrimonio, asegurando que futuras generaciones puedan disfrutar y valorar la riqueza cultural que representa el sistema de transporte subterráneo más antiguo de América Latina.
