La administración porteña afirma haber devuelto a propietarios bienes por aproximadamente 184 millones de euros y recuperado inmuebles en Constitución y otros barrios, como parte de un plan de seguridad y orden urbano.
El operativo más reciente recuperó una vivienda en Solís 831, en Constitución, que durante cinco años estuvo ocupada y habría funcionado como un aguantadero donde se refugiaban delincuentes.
Este inmueble fue desalojado tras una denuncia de violencia de género, venta de drogas y robo, y la inspección de la Guardia de Auxilio determinó peligro estructural que ponía en riesgo a ocupantes y vecinos.
En el procedimiento participaron la Policía de la Ciudad, la Guardia de Emergencias y agentes de la Red de Atención y del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana.\n\nLa cifra de 551 #inmuebles recuperados es presentada como una muestra de la prioridad de la administración porteña por restituir la propiedad a sus dueños.
En lo que va de la gestión, además de Solís 831, se señala la restitución de edificios emblemáticos: el llamado “Elefante Blanco” en Belgrano, la #Casa Blaquier en el Casco Histórico, la “Galería del Terror” en Nueva Pompeya y diversas parcelas vinculadas al Mercado de Bonpland en Palermo, así como predios vinculados al Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados.
También se mencionan devoluciones en barrios como Almagro, Palermo, La Boca, Villa Crespo, Barracas y Balvanera, entre otros, y el predio conocido como “La Lechería” en Villa del Parque.\n\nEl balance, según autoridades, también incluye la recuperación de ex hoteles en San Telmo y Flores que, en su momento, se transformaron en prostíbulos donde se vendían drogas, un fenómeno que la Ciudad ha trabajado por desmantelar.
El operador más reciente, un ex hotel ubicado en #Constitución (Brasil 920), fue reportado como ocupado y con riesgo edilicio. Las autoridades señalan que se encontraron habitaciones construidas fuera de plano, con sobrecarga estructural, rajaduras y riesgos eléctricos significativos que ponían en peligro la vida de los ocupantes.\n\nCerrando el año, la administración porteña refuerza su narrativa de que las propiedades recuperadas suman un valor que excede los 200 millones de dólares.
En euros, esa cifra ronda los 184 millones de euros, según la tasa de conversión vigente. La jefatura de Gobierno, Jorge Macri, afirmó que ya se les devolvió a los privados el equivalente a más de 184 millones de euros en bienes que estaban ocupados, y agregó que esa cifra representa una ganancia de confianza para la ciudadanía.\n\nSin embargo, hay quienes advierten que estas operaciones no solo buscan recuperar la propiedad, sino que buscan, presuntamente, restituir el orden público en barrios golpeados por la violencia y el narcotráfico.
Buenos Aires ha vivido complejas dinámicas de ocupaciones y desalojos
Al respecto, Macri ha indicado que la recuperación de inmuebles es una prioridad del Gobierno porteño y que, si bien el resto de la ciudad prospera, la seguridad de los vecinos debe ser una línea constante.\n\nHistóricamente, #Buenos Aires ha vivido complejas dinámicas de ocupaciones y desalojos. En décadas recientes, se observó una variedad de respuestas institucionales que oscilan entre priorizar la vivienda y asegurar la propiedad. Este impulso actual se enmarca dentro de esa tradición, pero también en una lógica de mostrar resultados ante la población.\n\nLos defensores de la gestión sostienen que la intervención rápida evita que el vacío legal se convierta en un foco de criminalidad, mientras que críticos advierten que la presión podría generar desalojos sin soluciones de vivienda para las familias que ocupan temporalmente.
En contraposición, se señala que la llegada de más de 184 millones de euros en bienes recuperados significa una inyección de certeza para muchos propietarios que esperaban un acto de justicia y una señal de que la ciudad protege la propiedad privada.
Al cierre de este informe, la administración porteña sostiene que la recuperación de inmuebles no se limita a una operación de seguridad, sino que forma parte de una visión integral para un tejido urbano más ordenado, con espacios que puedan destinarse a usos productivos, culturales o habitacionales.\n\nEste año dejó también un recordatorio: ante la ola de violencia y la crisis de seguridad, la movilidad social y la capacidad de respuesta de la ciudad deben ir de la mano con una oferta de vivienda y un plan de empleo para las personas desalojadas.
A la luz de la historia de la ciudad, se observa que Buenos Aires ha ido ajustando sus marcos legales para facilitar desalojos cuando corresponda, pero también ha impulsado programas de vivienda y asesoría para quienes deben dejar sus hogares.\n\nSupuestamente, los vecinos de Constitución perciben un cambio en la convivencia diaria: menos ruidos nocturnos, menos presencia de actividades ilícitas en zonas de residencia y una mayor sensación de seguridad.
Presuntamente, esta dinámica podría influir en la percepción de la ciudad como un lugar donde la ley se aplica con claridad y donde la propiedad privada es protegida.
