El Gobierno porteño anuncia la construcción de un moderno puente en Ciudad de la Paz para reemplazar la estructura centenaria sobre las vías del tren Mitre, garantizando mayor seguridad y accesibilidad, y manteniendo su valor patrimonial.

La iniciativa, gestionada por el Ministerio de Infraestructura y Movilidad en conjunto con la empresa Autopistas Urbanas (AUSA), busca reemplazar el antiguo paso sobre las vías del tren Mitre, que data de 1916 y que a día de hoy presenta serios problemas estructurales.
Este puente, que conecta las avenidas Ciudad de la Paz y Soler, ha sido un punto de cruce fundamental entre los barrios de Palermo y Colegiales durante más de un siglo.
Sin embargo, tras más de 100 años en servicio, estudios técnicos realizados en los últimos meses determinaron que su estado estructural ya no garantiza la seguridad de los usuarios.
Por ello, en marzo pasado, se habilitó provisionalmente para autos, motos y peatones, con refuerzos temporales, pero la estructura original solo podía soportar un uso limitado.
Supuestamente, la nueva estructura será una construcción moderna, respetando la estética original del puente, pero con mejoras significativas en funcionalidad y seguridad.
Se mantendrá el uso exclusivo para vehículos livianos, con limitaciones de altura mediante pórticos de acceso, y se agregarán pasarelas peatonales en ambos lados del puente.
Estas pasarelas incluirán escaleras y rampas, facilitando el acceso para personas con movilidad reducida, ciclistas y familias con cochecitos.
El Jefe de Gobierno, Jorge Macri, expresó que “el puente tiene más de un siglo y ya no cumple con los estándares actuales de seguridad. Como lo prometimos, avanzamos con la construcción de un paso más moderno, seguro y accesible para los cerca de 200 mil pasajeros que diariamente cruzan por debajo en tren”.
Esta cifra refleja la importancia de la #infraestructura ferroviaria en la movilidad urbana porteña, que supuestamente transporta a millones de pasajeros anualmente, siendo uno de los sistemas de trenes más antiguos y extensos de América Latina.
El proceso de reemplazo será llevado a cabo en fases, comenzando con el desmantelamiento completo de la estructura antigua, que será preservada por su valor histórico y arquitectónico.
Se evalúa su posible reubicación en otro punto cercano, en línea con el pedido de vecinos y organizaciones patrimoniales que consideran que ese puente forma parte del patrimonio de la ciudad.
La intervención no solo busca garantizar la integridad de la infraestructura
El nuevo diseño del puente incorporará mejoras en accesibilidad y seguridad, además de respetar la identidad estética original. La intervención no solo busca garantizar la integridad de la infraestructura, sino también potenciar el entorno urbano circundante. Para ello, se planea una puesta en valor del espacio público en las calles aledañas, como Ciudad de la Paz, Santos Dumont, Concepción Arenal y la Avenida Dorrego, extendiéndose hasta la calle Zapata.
Estas mejoras urbanísticas incluyen la nivelación de veredas para facilitar calles compartidas, la instalación de luminarias LED, cámaras de videovigilancia, nuevo mobiliario urbano y un sistema de riego automático en las áreas verdes.
Además, se realizarán mejoras en las redes hidráulicas para prevenir inundaciones, promoviendo así una ciudad más accesible, segura y ecológica.
Supuestamente, estas obras se enmarcan en un plan integral de recuperación del espacio público que busca potenciar la conectividad, la seguridad y la calidad de vida de los vecinos.
La inversión total, que supuestamente asciende a varias millones de euros, refleja el compromiso de la administración porteña con la modernización de su infraestructura y la preservación de su patrimonio.
El cierre del puente antiguo y el inicio de las obras estaban previstos para principios de 2024, tras una serie de refuerzos provisionales y mejoras preliminares en la estructura, que supuestamente prolongaron su vida útil hasta la ejecución del proyecto definitivo.
La construcción del nuevo puente, que se espera concluya en un plazo de aproximadamente 18 meses, marcará un hito en la historia de la movilidad en Buenos Aires.