El gobierno de Buenos Aires moviliza a más de 2.300 agentes para hacer frente a las fuertes lluvias y tormentas que en algunos barrios dejaron precipitaciones casi el doble del promedio mensual, mientras el Servicio Meteorológico mantiene la alerta naranja. La situación obliga a un despliegue coordinado de recursos para prevenir inundaciones y garantizar la seguridad de los vecinos.

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El sábado 17 de mayo de 2025, la ciudad de Buenos Aires enfrentó una jornada marcada por intensas tormentas que superaron en algunos casos el doble del promedio habitual del mes de mayo en materia de precipitaciones.

Para afrontar esta situación, el gobierno porteño activó un operativo coordinado que involucra a más de 2.300 agentes especializados en pluviales, arbolado urbano, higiene y emergencias, con el objetivo de minimizar los riesgos de inundaciones y mantener la seguridad de los habitantes.

Desde el viernes, diferentes áreas de la ciudad trabajan en conjunto, realizando tareas de limpieza, desobstrucción de sumideros y monitoreo constante de los sistemas de drenaje.

Algunos barrios, como Liniers, registraron acumulados de hasta 170 mm de lluvia, mientras que en Mataderos cayeron aproximadamente 155 mm. En Villa Devoto, las mediciones alcanzaron los 140 mm, y en Villa Santa Rita, cerca de 130 mm. Estas cifras representan un volumen que en algunos casos duplica el promedio mensual de lluvia para mayo, que es de aproximadamente 93,5 mm.

El Servicio Meteorológico Nacional mantiene la alerta naranja para toda la mañana del sábado y una alerta amarilla para la tarde y la mañana del domingo, indicando que las condiciones climáticas adversas continuarán.

La autoridad meteorológica advierte sobre tormentas fuertes, lluvias intensas y posibles ráfagas de viento que podrían afectar diferentes zonas de la ciudad.

En respuesta, el gobierno porteño activó un protocolo de emergencia que coordina varias áreas, incluyendo el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, Defensa Civil, la Guardia de Auxilio y Emergencias, Bomberos, agentes de tránsito y las empresas encargadas del servicio de higiene urbana.

La supervisión la realiza el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien junto a su gabinete monitorea en tiempo real la evolución de las condiciones climáticas a través del Centro Único de Coordinación y Control (CUCC).

“Estamos realizando un esfuerzo conjunto para garantizar el buen drenaje del agua y proteger a nuestros vecinos ante estas intensas lluvias”, expresó Macri en el Centro de Monitoreo de Chacarita.

Desde el inicio de las tormentas, se registraron 141 incidentes relacionados con obstrucciones en sumideros, pequeños encharcamientos y problemas en las instalaciones de bombeo.

Todas estas incidencias fueron atendidas y resueltas rápidamente por cuadrillas especializadas en desobstrucción y limpieza.

Además del sistema pluvial, los equipos municipales trabajaron en la revisión y mantenimiento de más de 30.000 sumideros, 840 kilómetros de conductos subterráneos y 10.000 bocas de registro distribuidas por toda la ciudad. También se atendieron 14 avisos por ramas caídas y árboles en riesgo, los cuales fueron gestionados por cuadrillas de arbolado urbano que movilizaron a más de 150 agentes.

Para prevenir mayores daños, la ciudad mantiene un monitoreo constante de los 32 pasos bajo nivel, las salas de bombas, instalaciones eléctricas y sistemas hidráulicos, asegurando que todos funcionen correctamente.

“Nuestro trabajo es permanente, realizamos obras de limpieza y mantenimiento preventivo, además de activar protocolos específicos en momentos de tormenta para garantizar la seguridad de todos los vecinos”, explicó Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público e Higiene Urbana.

Este operativo se enmarca en una historia de esfuerzos anteriores, donde la ciudad ha enfrentado eventos climáticos similares que han causado inundaciones y daños en la infraestructura.

La experiencia adquirida en estas situaciones ha permitido perfeccionar los protocolos de respuesta y optimizar los recursos disponibles.

En definitiva, la coordinación de las distintas áreas y la presencia de un equipo de trabajo dedicado y preparado buscan reducir al mínimo los inconvenientes y proteger tanto la infraestructura como a la población ante las adversidades meteorológicas que, como en esta ocasión, superan las previsiones iniciales.

La ciudadanía también recibe recomendaciones para evitar accidentes, como no circular por calles inundadas y mantener despejadas las salidas de agua en sus hogares, acciones que contribuyen a un manejo más efectivo de la emergencia.