El símbolo del Sol de Mayo en la bandera argentina posee un diseño preciso y normado que refleja su importancia histórica y cultural. Conoce los detalles técnicos y la historia detrás de este emblema central que representa la identidad nacional.

El diseño del #Sol de Mayo en la #bandera argentina se remonta a los primeros momentos de la lucha por la independencia. Su origen se encuentra en la moneda nacional de principios del siglo XIX, específicamente en la primera moneda emitida por la Asamblea del Año XIII.
La moneda de oro de ocho escudos y la de plata de ocho reales incluían un sol con 16 rayos rectos y 16 flamígeros, simbolizando la libertad y la esperanza de un país libre.
En 1944, mediante la Ley 10.302, este diseño fue oficialmente adoptado como el emblema central de la bandera nacional.
La bandera argentina, diseñada por Manuel Belgrano en 1812, inicialmente no incluía el Sol de Mayo. Fue en 1818, cuando el Congreso de Tucumán, que había declarado la independencia en 1816, decidió incorporar esta figura en la «bandera mayor», destinada a uso oficial y militar.
La diferenciación con la «bandera menor», utilizada en ámbitos civiles, se mantuvo hasta 1985, cuando el presidente Raúl Alfonsín estableció que todas las banderas debían portar el Sol de Mayo, unificando así los símbolos patrios.
El diseño del Sol de Mayo, según las normas técnicas establecidas en el Decreto 1650/2010, debe seguir criterios precisos para garantizar la uniformidad y el respeto por el símbolo.
Se especifica el uso de los colores Pantone, con tonalidades exactas que representan el dorado del sol. Además, el sol debe tener exactamente 32 rayos, alternando entre 16 rectos y 16 flamígeros, que representan los momentos de luz y esperanza en la historia del país.
El Sol de Mayo puede ser sublimado
En cuanto a las técnicas de reproducción, el Sol de Mayo puede ser sublimado, pintado a mano o serigrafiado en las banderas de izar. Para las banderas de ceremonia, la regulación indica que el sol debe estar bordado, lo que requiere un trabajo artesanal especializado. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el Salón de Banderas de la Dirección General de Competencias Comunales y Talleres, funcionan equipos capacitados en estas técnicas.
El área de costura se encarga del bordado mediante máquinas de seis cabezales que trabajan en conjunto para lograr precisión y durabilidad, mientras que el equipo artístico se ocupa de pintar o sublimar el sol en las banderas destinadas a izar.
El origen del Sol de Mayo en la historia argentina se vincula también con la iconografía de la región. La figura del sol ha sido un símbolo de libertad y luz desde tiempos antiguos, presente en diversas culturas y en otros países latinoamericanos. En Uruguay, por ejemplo, el Sol de Mayo aparece en su bandera, manifestando la influencia y la inspiración compartida en la lucha por la independencia.
En otros países, como Canadá, el sol simboliza la esperanza y la prosperidad, mientras que en Asia, en países como Kirguistán y Kazajistán, representa la vida y la unión de pueblos.
Esta figura solar en la bandera argentina no solo es un símbolo de libertad, sino también un recordatorio de los valores que forjaron la nación. La precisión en su representación y el respeto por las #normas oficiales aseguran que este símbolo siga siendo un emblema de identidad y orgullo para todos los argentinos.
La historia y el diseño del Sol de Mayo reflejan la importancia de mantener viva la memoria de la lucha por la independencia y los ideales que dieron origen a la nación moderna.