La ciudad ha conseguido más de 128 millones de euros en fondos europeos para proyectos de sostenibilidad, destacándose por su baja fiscalidad y atractivo para empresas.

Zaragoza se presenta como un destino privilegiado para empresas que buscan realizar inversiones en un entorno seguro y estable.

Así lo manifestó Blanca Solans, la consejera de Hacienda y Fondos Europeos del Ayuntamiento de Zaragoza, durante el Encuentro ADEA, celebrado en el Espacio Xplora de Ibercaja.

Este evento, que marcó un nuevo formato de encuentros organizados por la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón, tuvo como eje central el impacto que los fondos europeos tienen en la ciudad y la fiscalidad favorable que ofrece a las empresas.

Según Solans, Zaragoza es la segunda ciudad europea, solo por detrás de Madrid, en la obtención de fondos comunitarios.

Hasta el momento, el Ayuntamiento ha logrado adquirir 128,3 millones de euros, que serán destinados a inversiones que afectan a distintas áreas del desarrollo urbano.

Entre estos proyectos destacan la electrificación de la flota de autobuses urbanos, la regeneración de las riberas del río Huerva, la creación del Bosque de los Zaragozanos y la implementación de una nueva red de bicicletas públicas de alquiler.

Además, también se incluye la rehabilitación energética de viviendas, la gestión del ciclo integral del agua y la digitalización de infraestructuras.

La consejera enfatizó el impacto positivo que estos fondos europeos están generando en el panorama empresarial local y en la calidad de vida de los ciudadanos.

En este sentido, recordó que Zaragoza ha sido designada como una 'ciudad faro' por la Comisión Europea, un reconocimiento que le permite liderar las iniciativas de sostenibilidad ambiental a nivel europeo.

A través de su participación en la Misión de Ciudades Climáticamente Neutras, Zaragoza busca alcanzar la neutralidad climática para 2030 y convertirse en un modelo para otras ciudades, cuyo objetivo se sitúa en 2050. Por otra parte, Solans destacó que Zaragoza se caracteriza por tener una de las presiones fiscales más bajas de España, lo que la diferencia de metrópolis como Barcelona, Madrid, Sevilla o Valencia.

En este contexto, el Ayuntamiento ha implementado el Plan Fiscal de Atracción de Inversiones, el cual incluye significativas bonificaciones en los impuestos municipales, como el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles), el IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas) y el ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras), orientadas a empresas que busquen contribuir al desarrollo de empleo e inversiones en la zona.

Además, la administración local ha decidido dar un impulso adicional a las inversiones públicas, lo que va de la mano con su política de facilitar el entorno para la inversión privada a través de una fiscalidad atractiva.

Esta estrategia también incluye la reducción de la carga financiera, logrando de esta forma un ahorro de aproximadamente 4,7 millones de euros en 2024 gracias a varias operaciones de refinanciación de deuda.

En conclusión, el compromiso de Zaragoza por convertirse en un referente en sostenibilidad y su atractivo fiscal están configurando a la ciudad como un punto crucial para la inversión en Europa, lo que sin duda repercutirá en el bienestar de sus habitantes y en el crecimiento del tejido empresarial.