El proyecto de revitalización del antiguo edificio de Giesa en Zaragoza busca consolidar un ecosistema para la producción audiovisual y responder a la creciente demanda del sector.

La ciudad de Zaragoza se prepara para consolidar su posición en el sector audiovisual con el ambicioso proyecto del Distrito 7, que se desarrollará en la histórica sede de Giesa.

Este emblemático edificio industrial, inaugurado en 1945 y catalogado como de interés arquitectónico, será reformado y adaptado para satisfacer las necesidades de un sector en constante crecimiento.

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha confirmado que el proyecto ya está en fase de contratación, con el objetivo de iniciar las obras en enero de 2025 y concluirlas en marzo de 2026. El presupuesto destinado a esta importante iniciativa asciende a 18,5 millones de euros (aproximadamente 19,7 millones de dólares), que se dividirán en dos fases.

La primera se centrará en la rehabilitación del edificio antiguo, mientras que la segunda implicará la construcción de instalaciones de vanguardia para la producción audiovisual en un anexo que se levantará junto a la fábrica.

Natalia Chueca ha destacado la relevancia de este proyecto, señalando que no solo se busca mejorar la infraestructura para la creación de contenido audiovisual, sino también rehabilitar el patrimonio industrial de la ciudad.

Este esfuerzo se enmarca dentro de la apuesta de Zaragoza por convertirse en un referente del sector tecnológico, en un momento en el que la creación audiovisual y la industria de los videojuegos están en auge en España.

La idea del Distrito 7 es responder a varias necesidades que el Clúster Audiovisual de Aragón ha detallado.

Una de las más urgentes es la falta de platós adecuados para rodajes de cine y televisión en Zaragoza.

La creación de un ecosistema único que reúna a todos los actores del sector permitirá generar sinergias y potenciar la colaboración pública-privada, aspectos fundamentales para la integración de la ciudad en el proyecto Spain Audiovisual Hub.

Pero la importancia del Distrito 7 va más allá de atraer rodajes.

La alcaldesa ha enfatizado que la falta de equipamiento adecuado ha llevado a que series internacionales hayan optado por otras localizaciones, lo que implica no solo una pérdida de visibilidad para Zaragoza, sino también un impacto económico negativo para hoteles, restaurantes y otros negocios locales.

En estos momentos, el sector audiovisual representa más del 1% del PIB de Aragón, lo cual evidencia su potencial y necesidad de evolución.

Desde la fundación de Zaragoza Film Office hace tres años, la ciudad ha visto un incremento espectacular en la actividad relacionada con los rodajes.

En 2020 se registraron solo 13, mientras que en 2022 esta cifra ascendió a 133. Este crecimiento resalta la importancia de crear un espacio que no solo sirva como un centro de producción, sino también como un espacio cultural donde residan iniciativas y programas que integren a la comunidad.

El área total del Distrito 7 abarcará 15.361,82 metros cuadrados, incluyendo la modernización del antiguo edificio que albergará dos salas de exhibición para 350 espectadores cada una, áreas de coworking y formación, así como espacios para el impulso de proyectos cinematográficos y de videojuegos.

Además, se habilitará un plató exterior y zonas verdes para actividades comunitarias.

Anhelando fomentar un entorno creativo, Zaragoza se posiciona como una ciudad que no solo mira al futuro, sino que también valora su pasado industrial en un esfuerzo conjunto por revitalizar y fortalecer su oferta cultural y económica.

Se espera que el proyecto del Distrito 7 sea un catalizador para atraer nuevos talentos y producciones, transformando así el panorama audiovisual de la región.