El Ayuntamiento de Zaragoza comienza con los estudios arqueológicos en el Coso para preparar la reforma de la zona.
En la ciudad de Zaragoza, el Ayuntamiento ha dado inicio a los sondeos arqueológicos en el Coso para analizar el subsuelo y recopilar información que será utilizada por los técnicos de Urbanismo e Infraestructuras en el futuro diseño de la reforma de esta importante vía y de la Plaza de San Miguel.
Tras completar la primera etapa en la Plaza de San Miguel, los trabajos se concentrarán ahora en el tramo que va desde la Plaza de España hasta la calle Espartero, donde se tienen planeados una decena de sondeos de manera progresiva.
La fecha de inicio ha sido programada para el lunes, aprovechando el final del curso escolar con el objetivo de minimizar las molestias a los ciudadanos.
Los primeros sondeos se llevarán a cabo en la zona más cercana a la Plaza de España, lo que implicará el corte al tráfico en el tramo entre las calles Don Jaime y Eusebio Blasco en ambas direcciones.
El tráfico proveniente de Don Jaime solo podrá girar a la derecha en dirección al Paseo de la Independencia.
El Paseo de la Independencia será cerrado desde la calle San Miguel y se desviará el tráfico principalmente por el Paseo de la Constitución.
Las calles Amar y Borbón, así como Rufas, quedarán como calles sin salida, permitiéndose únicamente el acceso a los garajes, mientras que Jerónimo Blancas continuará cerrada al tráfico debido a las obras en curso.
En la calle Espartero, el tráfico solo podrá girar a la derecha en dirección al río Ebro.
Estas modificaciones en la movilidad requerirán desvíos en las líneas de autobús que circulan por el Coso en ambas direcciones.
El desarrollo de los sondeos arqueológicos es crucial para garantizar la preservación del patrimonio histórico de Zaragoza y para planificar adecuadamente los trabajos de renovación de esta emblemática zona de la ciudad.
En cuanto a los precios, la operación de sondeos arqueológicos gigantes, como los que se están llevando a cabo en el Coso de Zaragoza, puede tener un costo estimado de 100.000 a 500.000 euros, dependiendo de la extensión y profundidad de los estudios realizados.
Este tipo de intervenciones suele financiarse con presupuestos destinados a urbanismo y preservación del patrimonio histórico.
Es importante destacar que la inversión en estudios arqueológicos es fundamental para el desarrollo sostenible de las ciudades, ya que permite conocer y proteger el legado cultural que se encuentra bajo nuestros pies, asegurando un futuro más consciente y respetuoso con la historia y la identidad de cada lugar.