El Ayuntamiento de Zaragoza inicia la segunda fase de renovación del Paseo de los Plátanos en La Cartuja Baja, con un proyecto que busca mejorar la accesibilidad y el estado de las infraestructuras vial.
El Ayuntamiento de Zaragoza ha dado luz verde a la segunda fase del proyecto de renovación del Paseo de los Plátanos, ubicado en el barrio rural de La Cartuja Baja.
Esta iniciativa, gestionada por el área de Participación Ciudadana y Régimen Interior, cuenta con un presupuesto base de licitación de aproximadamente 138.000 euros (IVA incluido), según la conversión actual de 114.613 euros.
El proyecto se enmarca dentro del convenio de colaboración establecido entre el Ayuntamiento de Zaragoza y la Diputación Provincial, lo que refuerza un esfuerzo conjunto por mejorar la infraestructura urbana de esta zona.
El plazo estimado para la ejecución de estas obras es de dos meses, y las autoridades esperan que se completen antes de que finalice el año.
Las obras son una continuación de los trabajos llevados a cabo en 2022 en el Camino de los Muros, entre el Paseo de los Plátanos y la calle San Juan de las Viñas.
En aquella ocasión, el Área de Infraestructuras del Ayuntamiento realizó una renovación completa de los pavimentos, aceras y la sustitución de una variedad de tramos de tuberías.
En esta nueva intervención se abordará una de las preocupaciones más apremiantes de los residentes: el estado deteriorado de la acera del Paseo de los Plátanos, la cual presenta un ancho de menos de un metro en algunos tramos, dificultando el tránsito seguro de los peatones.
El proyecto prevé la renovación total de los pavimentos de la calzada y la acera, que será ampliada y embaldosada, pasando de un material de hormigón a un acabado más adecuado para el tránsito peatonal.
Los nuevos diseños incluirán rebajes en los pasos peatonales, que incorporarán pavimento podotáctil para ayudar a las personas con discapacidad.
Además, se planea la instalación de una plataforma fija para la parada del autobús urbano, buscando así mejorar la accesibilidad en esta zona y facilitar el uso del transporte público.
Este aspecto se llevará a cabo en coordinación con los criterios del servicio de Movilidad Urbana del Ayuntamiento.
En lo que respecta a las infraestructuras subterráneas, no será necesaria la renovación de la tubería de suministro existente, que es de fundición dúctil con un diámetro de 150 milímetros.
Sin embargo, se realizarán actuaciones en las bocas de riego o arquetas que resulten afectadas por las obras, además de la renovación de cuatro sumideros que están en mal estado.
La importancia de estos trabajos no solo se enfoca en la mejora estética de la zona, sino también en el fortalecimiento de las medidas de accesibilidad, un aspecto que se ha vuelto fundamental en el urbanismo moderno, sobre todo en áreas que anteriormente carecían de infraestructura adecuada para todos los ciudadanos.
Con estas obras, Zaragoza avanza hacia una ciudad más inclusiva y accesible.