El Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido activar la alerta amarilla del Plan Municipal de Protección Civil debido a una ola de calor que se espera en la capital.

Esta ola de calor podría convertirse en la más larga del verano en cuanto a días.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), se espera que la temperatura alcance los 40 grados este miércoles, con una mínima de 21 grados y una humedad relativa máxima del 95%. El jueves, se espera que las temperaturas máximas lleguen también a los 40 grados, pero las mínimas subirán hasta los 23, aunque la humedad no superará el 70%. El viernes, las temperaturas máximas se mantendrán estables y la mínima bajará solo un grado, alcanzando los 22 grados.

La humedad, por su parte, descenderá hasta el 60%.

Ante esta previsión meteorológica, el Servicio Contra Incendios, de Salvamento y Protección Civil del Ayuntamiento de Zaragoza ha activado la alerta naranja.

Esta alerta implica la activación de todos los servicios municipales involucrados en la detección de personas en riesgo, su atención y valoración, así como su ingreso en lugares adecuados.

Además, se transmitirá esta alerta a toda la población.

El Ayuntamiento de Zaragoza, en respuesta a esta situación, ha decidido tomar medidas para paliar los efectos de la ola de calor.

Una de estas medidas consiste en reducir el precio de la entrada individual de las piscinas municipales.

El precio pasará de 4 euros a 2,5 euros para adultos, de 2,70 euros a 2 euros para menores de edad, y de 2,60 euros a 2 euros para mayores de 65 años y pensionistas.

Asimismo, se han emitido recomendaciones para que la población extreme las precauciones y evite problemas de salud debido a las altas temperaturas.

Se aconseja beber agua sin esperar a tener sed, evitar las bebidas alcohólicas, consultar con el médico si se está tomando alguna medicación crónica, evitar las comidas calientes o pesadas y utilizar ropa ligera, no apretada, de colores claros y preferentemente de algodón.

También se recomienda usar sombrero o gorra para protegerse del sol, utilizar protección solar, cerrar las ventanas y persianas durante el día para proteger el hogar del calor, realizar las actividades cotidianas en las horas de menor temperatura y no dejar a niños, ancianos o animales en coches con las ventanas cerradas.

Es importante estar atentos a los síntomas de la exposición al calor intenso, como calambres, irritación de la piel, agotamiento o temperatura elevada.

En esos casos, se recomienda buscar refugio en lugares frescos, tomar una bebida fría, descansar, ducharse con agua fresca y utilizar ropa ligera.

Si los síntomas empeoran y aparecen dolores de cabeza, vómitos o pérdida de consciencia, se debe acudir rápidamente al médico a través del servicio de Urgencias o los teléfonos de emergencia.