El Ayuntamiento de Zaragoza ha adjudicado un nuevo contrato de conservación y mantenimiento que mejora la atención a los espacios verdes y naturales de la ciudad.
En Zaragoza, se ha dado un paso significativo en la conservación de los espacios naturales con la implementación de un nuevo contrato para los servicios de conservación y mantenimiento de montes y riberas.
Este contrato ha sido adjudicado a Valoriza Servicios Medioambientales S.A., y ya se encuentra en plena ejecución.
La nueva normativa que rige este contrato reorganiza y expande las tareas que se llevaban a cabo previamente, además de incrementar el presupuesto destinado a este servicio anual.
En términos financieros, el coste de este nuevo contrato es de 1.232.479 euros (IVA incluido), lo que representa un ahorro considerable en comparación con la cantidad estimada inicialmente de 1.549.512 euros por año.
Este contrato tiene una duración de cuatro años, con la opción de ser prorrogado por otro año adicional.
Un aspecto notable de este nuevo acuerdo es la duplicación del número de trabajadores asignados, pasando de 12 a 22 operativos, con la inclusión de tres trabajadores extras durante los cuatro meses estivales, que están especialmente dedicados a la vigilancia contra incendios.
Este incremento en el personal es clave para asegurar una respuesta eficaz ante cualquier emergencia relacionada con el fuego, un riesgo constante en estas áreas, sobre todo con las altas temperaturas del verano.
Aparte de los recursos humanos, también se han mejorado enormemente los materiales que se utilizarán para la gestión de estos espacios.
El contrato incluye la provisión de 10 vehículos y la incorporación de aplicaciones informáticas que facilitarán la gestión y supervisión de las labores realizadas.
Estos avances en tecnología y logística deberán contribuir a una mejor eficacia y rapidez en las respuestas ante cualquier eventualidad.
Uno de los requisitos del contrato contempla la plantación, a partir del segundo año de implementación, de un mínimo de 400 árboles al año, entre los que se incluyen diversos tipos como álamos, chopos, olmos y fresnos.
La condición es que estos árboles sean de especies autóctonas y adapten a las características de los entornos ribereños donde se reforesten.
Tatiana Gaudes, consejera de Medio Ambiente y Movilidad, subrayó la importancia de gestionar adecuadamente los espacios verdes, señalando que esto va más allá de los parques urbanos y que implica un abordaje integral del entorno natural de la ciudad.
Gaudes apunta que la línea que divide la ciudad de su entorno natural es difusa y que los nuevos criterios para la gestión del verde urbano enfatizan la naturalización y el uso de técnicas sostenibles.
El contrato también abarca la limpieza y mantenimiento de infraestructuras en diversos espacios como el Galacho de Juslibol, las riberas del río Gállego y áreas verdes, además de reivindicar la conservación de tramos del Canal Imperial de Aragón.
Este enfoque integral no solo busca embellecer y asegurar el bienestar en los espacios, sino también preservar la biodiversidad y la calidad ambiental.
En resumen, la nueva gestión no solo se centra en la conservación estética de los espacios sino que responde a la necesidad de un manejo racional que involucre a la comunidad y los recursos naturales de manera sostenible.