El día de la Virgen del Pilar reunió a miles de personas en Zaragoza, superando las cifras del año anterior en la tradicional Ofrenda de Flores.

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En Zaragoza, la celebración del día de la Virgen del Pilar, que se conmemora cada 12 de octubre, ha capturado la atención y la devoción de locales y visitantes, quienes han participado masivamente en esta jornada de gran significado para la ciudad.

Este año, la Ofrenda de Flores ha alcanzado un nuevo hito histórico al registrar la atenta llegada de 409.867 personas a la emblemática Plaza del Pilar, lo que representa un aumento de aproximadamente 60.000 asistentes en comparación con el año anterior.

Desde tempranas horas de la mañana, comenzando a las 6:30, los grupos participantes se fueron organizando para colocar las flores que adornarían el manto de la Virgen.

A pesar de las ligeras lluvias que cayeron a lo largo de la mañana, la actividad no se detuvo y el ambiente festivo se mantuvo en todo momento.

Este año, más de 900 grupos se dieron cita para aportar su homenaje a la patrona de la ciudad, lo que convertía a la ofrenda en un evento de extraordinaria magnitud y belleza.

La celebración no solo se limitó a la ofrenda floral, sino que también incluyó la participación del país invitado, Guatemala, que aportó su rica herencia cultural a los actos del día.

Además, la Corporación Municipal, liderada por la alcaldesa Natalia Chueca, participó activamente en la ceremonia, mostrando así la importancia de esta festividad para la ciudad.


Posteriormente, en la Basílica, se llevó a cabo una misa que precedió al tradicional Pontifical, un evento que también resistió la ligera llovizna de la mañana.

A medida que avanzaba el día, la Plaza del Pilar se llenó de un ambiente vibrante, donde la música, los cantos y la devoción se entremezclaron para crear una jornada inolvidable.

Los grupos de danzas, especialmente las jotas, deleitaron a los asistentes, quienes disfrutaron de un espectáculo cultural que es parte integral de estas festividades.

A escasos diez minutos de iniciar el 13 de octubre, los voluntarios del Ayuntamiento de Zaragoza dieron cierre a la ofrenda, marcando así un momento histórico en la celebración.

Este tipo de eventos representan no solo una muestra de fe y devoción, sino también un sentido de comunidad y unión entre los habitantes de Zaragoza y todos aquellos que visitan la ciudad durante esta época del año.

La tradición de la Ofrenda de Flores se remonta a finales del siglo XVIII y ha evolucionado a lo largo de los años, convirtiéndose en uno de los eventos más esperados y significativos del calendario zaragozano, atrayendo a miles de personas que contribuyen a mantener viva la esencia cultural de la ciudad.