El XXVI Congreso CIDEU ha llegado a su fin en Zaragoza después de tres jornadas de intenso trabajo, con la aprobación de la Declaración de Zaragoza por parte de la Asamblea General de esta red que agrupa a más de un centenar de ciudades iberoamericanas.

En ella, las urbes han manifestado la necesidad de orientar sus políticas hacia una innovación urbana sostenible, avanzando hacia territorios inteligentes con los ciudadanos como eje de las estrategias de desarrollo, con la neutralidad climática como norte de una gran parte de sus políticas públicas.

Zaragoza, que ha sido la sede de este congreso CIDEU, ha demostrado ser un referente a seguir.

La alcaldesa de la ciudad, Natalia Chueca, ya lo señaló en la sesión inaugural, destacando ser un 'farol verde de Europa'. Chueca mencionó diversas acciones como los autobuses eléctricos en el transporte público, la red urbana de más de 150 puntos de carga para vehículos, la creación del Bosque de los Zaragozanos que absorberá más de 11.000 toneladas de CO2 en 40 años, la renovación de viviendas para mejorar la climatización y reducir costos energéticos, la construcción de más de 1.400 viviendas de alquiler accesible para jóvenes, la creación de un laboratorio de pruebas urbano y la digitalización del Ayuntamiento.

En la última jornada del XXVI Congreso CIDEU se llevó a cabo un diálogo entre alcaldes, con la participación de representantes políticos de varios municipios iberoamericanos.

Posteriormente, CIDEU celebró su Asamblea General en la que se aprobó la Declaración de Zaragoza, documento que guiará las políticas municipales hacia la innovación urbana sostenible, con las personas como centro de las estrategias de desarrollo.

Todo ello bajo la premisa de la neutralidad climática como baluarte en las políticas públicas y reforzando la participación ciudadana a través de herramientas tecnológicas.

Durante estos tres días, los participantes pudieron conocer de primera mano importantes proyectos de la ciudad en estas áreas.

El congreso, que estaba previsto para junio de 2020 pero se pospuso debido a la pandemia, fue organizado por Ebrópolis, entidad encargada de la planificación estratégica urbana de Zaragoza.