En este artículo encontrarás consejos y precauciones a tener en cuenta al momento de alquilar viviendas vacacionales para tus próximas vacaciones.
Info Joven con la colaboración de la Bolsa de Vivienda de Zaragoza Joven
Hay dos tipos de viviendas para alquiler vacacional.
Por un lado están los pisos de uso turístico, que son viviendas que han solicitado y obtenido una autorización de la administración competente (Comunidad Autónoma o Ayuntamiento) del sitio donde se encuentran para ser alquiladas con este fin vacacional.
Puedes saber cuáles son porque se anuncian de esta manera y tienen un número o referencia que se puede consultar en un listado oficial.
Por otro lado tienes pisos o apartamentos que alquilan sus propietarios/as por "libre" para vacaciones, la mayor parte de las veces cuando ellos no los usan.
En este caso no hay ningún tipo de regulación administrativa.
Los pisos de uso turístico suelen estar más centrados en zonas urbanas y los del otro tipo en zonas más de playa o montaña.
A la hora de buscar el alojamiento, lo más fácil es buscar en internet.
Hay páginas especializadas en pisos de uso turístico, mientras que otros portales inmobiliarios tienen sobre todo apartamentos del tipo "libre" alquilados por agencias inmobiliarias o sus dueños/as.
Vayas a alquilar un apartamento de uno u otro tipo, el consejo que te damos es el mismo: precaución y cuidado.
Estás adquiriendo un servicio que no puedes comprobar hasta que estás allí con las maletas dispuesto a comenzar las vacaciones.
Precaución sobre todo con los chollos o lo demasiado bueno y barato, porque es el gancho perfecto para la estafa.
Desde el primer momento que comiences la búsqueda, intenta asegurar que lo que ves se corresponde con la realidad y los datos que te facilitan son correctos.
Las fotos de la vivienda o su situación se pueden comprobar fácilmente en la actualidad con Google Maps, se pueden solicitar más fotos para ver si coinciden con lo anunciado, hacer preguntas sobre los alrededores o los servicios de la zona, etc.
Intenta buscar impresiones o comentarios de otros usuarios sobre ese propietario/a o anuncio.
Una vez que ya has decidido cuál te interesa, hay que empezar con el papeleo y el pago: en este caso tienes que saber que hay portales inmobiliarios que se encargan de todo ello, mediante una pasarela de pago propia con reserva de fechas, precios, ofertas... con la garantía que ello supone.
Se responsabiliza de cobrarte a ti y luego abonar al propietario/a y de las posibles reclamaciones en caso de problema o desacuerdo.
Por otro lado si contactas directamente con un particular o una agencia tendrás que llegar al acuerdo directamente con ellos, mediante teléfono o correos electrónicos.
En este caso, siempre será necesario solicitar la copia de algún documento de propiedad para conocer los datos personales del dueño/a y que estos coincidan con la persona que alquila el apartamento.
A la hora de abonar alguna reserva o señal, desconfía si te piden una cantidad elevada o te la solicitan de primeras, las prisas no son buenas.
Respecto del contrato, lo ideal sería firmarlo con indicación de los datos del propietario y los tuyos, la dirección de la vivienda, los días que se ocupará, si está amueblado, etc.
con anterioridad al inicio, cuando se haga la reserva.
Una vez allí con las maletas, al recoger las llaves te pueden solicitar una fianza para garantizar que no habrá desperfectos.
En este caso, exige siempre un recibo al entregarla y si observas algún desperfecto en la vivienda comunícalo (un Whatsapp con foto vale). Y recuerda que para firmar cualquier contrato debes tener 18 años cumplidos y es habitual solicitar la identificación de todas las personas que vayan a disfrutar del apartamento.