El consistorio sevillano impulsa medidas coordinadas para enfrentarse a las pintadas ilegales que afectan el patrimonio y la estética urbana, identificando a más de 40 responsables y eliminando miles de grafitis en las calles.

La creación de esta sección, integrada en la #Policía Local y conocida como Unidad Línea Verde, se puso en marcha en agosto de 2024 como una respuesta efectiva a los repetidos daños estéticos y patrimoniales causados por grafiteros y vándalos en diferentes puntos de la ciudad.
Desde su inicio, esta unidad ha establecido una labor coordinada con otras instancias municipales, como la Brigada de Pintadas Antivandálicas, dependiente de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente.
Esta brigada ha logrado limpiar más de 9.000 metros cuadrados de fachadas y monumentos, eliminando aproximadamente 10.300 grafitis en todo el municipio. La inversión en este operativo ha sido de aproximadamente 180.000 euros, lo que ha permitido renovar y recuperar numerosas áreas dañadas.
La problemática de las pintadas en Sevilla no es reciente; desde hace décadas, la ciudad ha enfrentado esta problemática, en especial en lugares emblemáticos como el Puente de Isabel II, la fachada del Ayuntamiento y iglesias como la parroquia de San Lorenzo.
La historia de las grafitis en la ciudad se remonta a los años 80, cuando en plena transición democrática, algunos grupos comenzaron a utilizar el arte urbano como forma de expresión social, aunque en muchos casos degeneró en actos vandálicos que deterioraron espacios públicos.
Para abordar este problema, las autoridades locales invierten en formación especializada para los agentes, quienes cuentan con capacitación técnica en grafística y análisis pericial, lo que ayuda a identificar a los responsables con mayor precisión.
Además, se han establecido puntos críticos considerados como focos de reincidencia, en los que se intensifican los esfuerzos de vigilancia y limpieza.
La colaboración con la Fiscalía de Medio Ambiente ha sido clave, ya que las denuncias y evidencias permiten acelerar los procesos judiciales contra quienes perpetran estos actos ilícitos.
La cooperación entre las diferentes áreas municipales y cuerpos policiales ha permitido, en este período, reducir significativamente la incidencia de pintadas, generando una mayor satisfacción entre vecinos y comerciantes.
Muchos de ellos han declarado que la presencia policial constante y la limpieza rápida de las fachadas contribuyen a mejorar la apariencia del barrio y a reforzar el sentido de seguridad.
Sino también en promover una cultura de respeto y cuidado del #patrimonio urbano
El trabajo conjunto no solo se ha centrado en la prevención y restricción de actos vandálicos, sino también en promover una cultura de respeto y cuidado del patrimonio urbano, convencidos de que esta estrategia además de combatir la problemática, fomenta una mayor conciencia ciudadana.
La inversión total en estos programas, incluyendo mobiliario urbano, campañas de sensibilización y acciones policiales, supera los 250.000 euros anuales.