El futbolista colombiano Álvaro Angulo, actualmente en Independiente, mostró su malestar con la dirigencia del club tras la negativa a aceptar su salida al fútbol mexicano y reveló que la relación con el club está rota. La negociación con Pumas de México ha sido complicada, con diferencias en los términos económicos y movimientos internos que evidencian una tensión en la relación entre jugador y dirección.
El jugador, que participó en la victoria del conjunto argentino frente a Gimnasia de Mendoza en San Luis por los 16avos de final de la Copa Argentina, fue protagonista no solo por su desempeño en el campo, sino también por las declaraciones que abrió tras el partido, en las que dejó en claro su sentir respecto a la situación.
Desde hace varias semanas, el interés de Pumas por hacerse con los servicios de Angulo había estado en boca de todos. La oferta económica, que se valoró en aproximadamente 3 millones de dólares (unos 2,8 millones de euros), fue considerada atractiva por el jugador y su entorno, pero la operación no se concretó.
La resistencia de #Independiente a aceptar la propuesta se centró en las condiciones del traspaso, especialmente en la inclusión de un posible intercambio por el delantero Ignacio Pussetto, con quien el club mexicano no deseaba mantener en su plantilla.
Este conflicto interno ha evidenciado una situación complicada en la relación entre Angulo y la dirigencia del Rojo, liderada por Néstor Grindetti.
En declaraciones exclusivas a TyC Sports, el jugador colombiano expresó con enojo su sentir: "Desde el club no me cuidaron, se rompió una relación", expresó con énfasis.
Además, manifestó que se siente desencantado con la gestión y que ha tenido confrontaciones con los directivos, en particular con quienes no entendieron su deseo de emigrar.
Es importante señalar que Angulo no solo fue parte de la delegación que viajó a Cuyo para disputar el partido, sino que además fue titular y anotó su quinto gol con la camiseta de Independiente en esta temporada.
Su actuación en el campo contrasta con el malestar que siente desde hace semanas, motivado por la incertidumbre y los conflictos internos que han afectado su estado emocional.
"Yo pienso en Independiente y por eso jugué
El futbolista justificó su postura asegurando que habló con los dirigentes y que notó un rechazo que él no esperaba. "Yo pienso en Independiente y por eso jugué; nunca negué mi deseo de salir si las condiciones eran justas. Pero cuando escuchas que comentarios no provinieron de mi boca, te das cuenta de que la situación está muy mal manejada", agregó. La tensión se incrementó cuando escuchó versiones que lo relacionaban con presiones internas para que renunciara o aceptara la negociación, algo que él negó rotundamente.
El conflicto ha tenido un impacto en su vida personal, limitando su disfrute y afectando a su familia, quienes también estaban atentos a las versiones y rumores.
Sin embargo, a pesar de toda la turbulencia, Angulo destacó el apoyo de los hinchas y de sus compañeros en el vestuario, quienes lo han recibido con mucho cariño y apoyo mutuo.
"Hoy pude sentir ese respaldo y eso me da fuerzas para seguir adelante", comentó.
Por ahora, el futuro de Angulo en Independiente es incierto. El jugador afirmó que no puede confirmar si seguirá en el club o si partirá en los próximos meses, pero reiteró que se encuentra en plena disposición de cumplir con sus obligaciones y de rendir al máximo, independientemente de la situación contractual.
La negociación con Pumas sigue en observación, y ambas partes esperan llegar a un acuerdo que satisfaga a todos.
Históricamente, las transferencias internacionales en el fútbol sudamericano han sido fuente de tensiones similares, donde los intereses económicos y las relaciones internas influyen en decisiones que afectan la carrera de los jugadores.
