
La brecha de confianza entre empleadores y jóvenes candidatos se agrava, con la Generación Z adoptando estrategias que desafían las formas tradicionales de reclutamiento, incluyendo el 'ghosting' y la desinformación sobre sus cualificaciones.
La brecha de confianza entre empleadores y jóvenes candidatos se agrava, con la Generación Z adoptando estrategias que desafían las formas tradicionales de reclutamiento, incluyendo el 'ghosting' y la desinformación sobre sus cualificaciones.