
El exjugador de cricket australiano Michael Slater ha sido condenado a cuatro años de cárcel tras admitir múltiples cargos, incluyendo violencia familiar. Aunque le otorgaron la posibilidad de salir en libertad tras cumplir más de un año en prisión, su sentencia quedó parcialmente suspendida debido al tiempo ya pasado en detención. La noticia genera preocupación en el mundo del deporte y refleja la gravedad de los delitos cometidos.