El Ayuntamiento de València inicia el vallado de edificios y monumentos para salvaguardar su patrimonio durante las festividades de Fallas 2025.

El Ayuntamiento de València ha dado inicio a la instalación de un vallado de protección en torno a diversos edificios y monumentos históricos de la ciudad, como parte de un protocolo diseñado para salvaguardar su patrimonio durante las festividades de las Fallas 2025.

El concejal de Cultura, José Luis Moreno, ha declarado que se espera que estos trabajos estén finalizados para el 4 de marzo, justo a tiempo para el inicio de las celebraciones, que incluirán la instalación de carpas y la realización de verbenas.

Este protocolo de protección ha sido un esfuerzo que se ha venido implementando desde hace dos años, con la inclusión de nuevos edificios en la lista de aquellos a proteger.

En el pasado, ya se habían incorporado las Torres de Serranos, y para este año, la lista se ha ampliado para incluir monumentos como la Iglesia de los Santos Juanes y la Torre de San Bartolomé.

La decisión de establecer este protocolo responde a la necesidad de asegurar que el patrimonio cultural de València esté a salvo de actos de vandalismo, que son comunes durante las festividades.

Según el concejal, se llevó a cabo un estudio previo que identificó los espacios más vulnerables a problemas de vandalismo, especialmente durante las noches de celebración.

Por ello, se elaboró un documento que busca establecer medidas de protección que permitan que el patrimonio y las Fallas puedan coexistir sin inconvenientes.

Este protocolo es considerado un documento abierto, lo que significa que se revisará cada año para incluir nuevas incidencias y ajustar la protección de otros monumentos.

El protocolo detalla las acciones a tomar para proteger tanto Bienes de Interés Cultural (BIC) como Bienes de Relevancia Local (BRL) en relación con las actividades festivas, como la colocación de quioscos, escenarios y food trucks en las cercanías de estos edificios.

Además, se atenderá la protección de esculturas y otros elementos de ornato público que tengan un valor histórico-artístico.

Una de las medidas incluidas en el protocolo es que no se permitirá la instalación de puestos que generen emisiones de humo en las proximidades de museos y salas de exposiciones, debido al daño que estos humos pueden causar a la conservación de las obras y edificios.

Asimismo, se ha decidido que no se colocarán contenedores ni urinarios en las áreas con vistas a monumentos icónicos como la Lonja de Mercaderes, la Catedral y el Mercado Central, entre otros.

Finalmente, el protocolo contempla la contratación de un servicio de seguridad privada que se encargará de proteger el perímetro de la Lonja de Mercaderes, que es Patrimonio de la Humanidad.

Este esfuerzo refleja el compromiso del Ayuntamiento de València con la protección de su patrimonio cultural, asegurando que estas festividades, tan importantes para la identidad de la ciudad, se celebren de manera responsable y respetuosa con su historia.