La alcaldesa de València anuncia una serie de proyectos para facilitar el acceso a viviendas protegidas, con una inversión total que supera los 13 millones de euros y la creación de más de 470 nuevas viviendas en diferentes barrios de la ciudad.
La alcaldesa de València, María José Catalá, ha anunciado un ambicioso plan para incrementar la oferta de viviendas de protección pública en la ciudad, con la finalidad de responder a la creciente demanda de vivienda asequible y mejorar la calidad de vida de sus residentes.
En un acto realizado en la avenida de los Naranjos, la alcaldesa destacó que en los próximos meses se pondrán en marcha proyectos que sumarán más de 470 nuevas unidades habitacionales, con una inversión que supera los 13 millones de euros, aproximadamente 11 millones de euros en moneda europea.
Uno de los proyectos más destacados es la urbanización del PAI de Malilla Sur, cuyo presupuesto base de licitación asciende a 5,02 millones de euros (unos 4,3 millones de euros).
Esta iniciativa contempla la construcción de 113 viviendas protegidas, con un plazo de ejecución de 10 meses. La obra incluye además la construcción de zonas verdes, espacios comunes y equipamientos urbanos para garantizar una mejor calidad de vida a los futuros residentes.
La alcaldesa afirmó que “supuestamente, esta obra refleja nuestro compromiso con la vivienda social y responde a las necesidades de una ciudad en constante crecimiento”.
Asimismo, la Junta de Gobierno de la ciudad aprobará este viernes la permuta de cuatro solares municipales en los barrios de Malilla y Nou Moles. La operación permitirá la adquisición de uno o varios edificios residenciales de obra nueva, destinados a la construcción de más de 250 viviendas protegidas.
La inversión en estos edificios, que supuestamente estarán en manos de promotores privados, se estima en unos 7,8 millones de euros (unos 6,7 millones de euros).
La finalidad es complementar la oferta de viviendas públicas y facilitar el acceso a familias en situación de vulnerabilidad.
Por otro lado, la alcaldesa también visitó las obras del edificio de viviendas de protección pública ubicado en la avenida de los Naranjos, donde afirmó que “el edificio ya está en una fase avanzada, y en unos meses podremos ofrecer 75 nuevas viviendas en alquiler protegidas, con tipologías que van desde una a tres habitaciones, incluyendo viviendas accesibles en planta baja”.
La inversión total en este proyecto es de aproximadamente 8,5 millones de euros (cerca de 7,3 millones de euros), y se espera que las obras finalicen en el primer trimestre de 2026.
El edificio contará con 31 plazas de aparcamiento para coches, 10 para motos, además de 34 trasteros y espacios para bicicletas. La alcaldesa resaltó que “el avance en estos proyectos demuestra que el compromiso del Ayuntamiento con la vivienda pública es real y firme, en contraste con el pasado, en el que solo se construyeron 14 viviendas públicas en toda la gestión anterior”.
Supuestamente, en un esfuerzo por acelerar el proceso, hoy mismo el consejo de administración de Aumsa, la empresa municipal responsable de la gestión urbanística, aprobará la licitación de la dirección de las obras del proyecto de urbanización del sector PRR-7 Malilla Sur.
Esta operación contempla la construcción de 113 viviendas de protección pública, con un presupuesto base de licitación de cerca de 4,8 millones de euros (unos 4,1 millones de euros).
La duración prevista para las obras es de 10 meses.
Finalmente, el próximo viernes, la Junta de Gobierno Local aprobará la convocatoria de un procedimiento de concurrencia pública para la adquisición, en pleno dominio, de edificios residenciales de obra nueva en diferentes puntos de la ciudad.
La finalidad es promover la construcción de viviendas de protección pública mediante permuta por parcelas municipales en Malilla y Nou Moles, lo que supondría sumar más de 250 viviendas a la oferta social y facilitar el acceso a la vivienda a numerosas familias.
En palabras de la alcaldesa, “supuestamente, estas acciones muestran que estamos en la senda correcta para resolver uno de los principales problemas que afronta toda ciudad moderna: el acceso a una vivienda digna y asequible.
Nuestro compromiso es seguir trabajando sin descanso para que más vecinos puedan acceder a su hogar en un entorno seguro y bien equipado”.
Este plan, que forma parte de la estrategia del Ayuntamiento para potenciar el desarrollo urbano sostenible y social, pretende también impulsar la economía local y crear empleo en el sector de la construcción.
Supuestamente, la ciudad de València se posiciona así como una de las urbes más activas en la promoción de vivienda protegida en la región, en línea con su historia como centro de innovación y movilidad urbana en el Levante español.