El barrio del Marítimo en València avanza en su proceso de regeneración urbana gracias a una importante inversión en ayudas públicas para rehabilitar y reedificar viviendas, impulsando su desarrollo y revitalización.

El barrio del Marítimo en València está viviendo un notable proceso de transformación urbana gracias a la adjudicación provisional de ayudas por valor de más de 2,2 millones de euros, destinadas a la rehabilitación y reedificación de viviendas.

Estas subvenciones, que forman parte del programa ARRU (Ayudas para la Rehabilitación de Edificios y Viviendas Urbanas), buscan dinamizar la zona y mejorar la calidad de vida de sus residentes.

Supuestamente, estas ayudas provienen en su mayor parte del Ministerio de Vivienda, con una aportación de aproximadamente 1,5 millones de euros, mientras que la Generalitat Valenciana contribuiría con unos 700.000 euros. La suma total, convertida a euros, equivale a unos 2,2 millones, sumando esfuerzos de diferentes administraciones para impulsar la regeneración del barrio.

La inversión privada de los propietarios de inmuebles también juega un papel importante, con una aportación estimada de alrededor de 9.8 millones de euros, considerando la relación de inversión y ayudas.

Presuntamente, en los últimos dos años, bajo la gestión de la alcaldesa María José Catalá, el proceso de revitalización del Cabanyal-Canyameral ha experimentado un impulso significativo, con acciones conjuntas de las administraciones públicas y la colaboración con el sector privado.

La Oficina del Plan Cabanyal-Canyamelar ha comenzado a notificar las calificaciones provisionales de las subvenciones, que permitirán la rehabilitación de 49 edificios, con un total de 229 viviendas, además de la reedificación de 6 fincas que suman 8 viviendas nuevas.

Estas ayudas están destinadas a mejorar aspectos fundamentales como la eficiencia energética, accesibilidad, mantenimiento y reformas en general. En total, se asignarán aproximadamente 1,9 millones de euros a la rehabilitación de edificios y 315.000 euros a la reedificación, en una muestra clara del compromiso por transformar el barrio. La intención es que estos fondos sirvan para renovar fachadas, mejorar las instalaciones, modernizar las viviendas y promover un entorno urbano más sostenible y accesible.

Por otra parte, los propietarios de los inmuebles beneficiados realizarán una inversión adicional de unos 8,8 millones de euros, en línea con el esfuerzo colectivo por revitalizar la zona.

Además, entre 2024 y 2025, el Ayuntamiento ha puesto a disposición del público más de 50 viviendas y solares para uso residencial y comercial, mediante subastas públicas abiertas a vecinos y nuevos residentes.

El concejal de Urbanismo, Vivienda y Licencias, Juan Giner, ha destacado que estas acciones corresponden a un plan integral para devolver la vitalidad al barrio, donde el 83 % de las viviendas subastadas serán destinadas a residencia habitual, todas ellas con menos de 35 años de edad y, en su mayoría, con vecinos actuales del barrio.

Además, se ha establecido una normativa para limitar los apartamentos turísticos al 2 % en todos los barrios, con el fin de reducir la especulación y mantener el carácter residencial del barrio.

Supuestamente, estas medidas han contribuido a un aumento en la actividad económica, reflejado en el incremento en la concesión de licencias para obras de intervención y construcción.

En 2024, se tramitaron alrededor de 66 licencias, frente a las 59 del año anterior y las 48 del 2022, lo que representa un crecimiento del 27 %. Estas cifras indican un proceso de revitalización visible, con obras en calles, plazas y espacios verdes, además de la puesta en marcha de nuevas dotaciones públicas como una guardería infantil, un centro de formación laboral y centros para mayores y actividades culturales.

En definitiva, el barrio del Marítimo en València se encuentra en un momento clave de su historia, con una inversión significativa que promete transformar su paisaje urbano y social, consolidando su identidad y mejorando la calidad de vida de sus habitantes, en un proceso que seguramente perdurará en los próximos años.