València instala 28 puntos de recarga ultrarrápida en las cocheras de Sant Isidre, con 14 cargadores de 180 kW para autobuses, financiados con fondos Next Generation EU y 800.000 euros de financiación, dentro de MOVES III–IDAE.

El Ayuntamiento de València ha concluido la instalación de 28 puntos de recarga ultrarrápida para la flota de autobuses eléctricos, ubicados en las cocheras de Sant Isidre.

Esta actuación forma parte de la fase II del programa MOVES III–IDAE para infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos en la Comunitat Valenciana y se financia con fondos europeos Next Generation.

En concreto, se han instalado 14 cargadores ultrarrápidos de 180 kW, capaces de cargar dos autobuses a la vez, lo que eleva a 28 el total de puntos de recarga disponibles para la EMT.

Con esta inversión, la EMT refuerza su capacidad operativa para el despliegue de una flota eléctrica, mejora la disponibilidad del servicio y apoya una movilidad urbana de menores emisiones.

El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, ha destacado que esta inversión representa un avance significativo en la electrificación de la flota de la EMT y que la ciudad avanza en su apuesta por un transporte público más sostenible.

El proyecto tiene un presupuesto total de 1.534.294,00 euros, con una financiación de 800.000 euros proveniente de fondos europeos Next Generation EU. El conjunto de esta inversión se enmarca dentro del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y cuenta con el respaldo de la Unión Europea, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, del IDAE y del IVACE.

Además, la instalación se sitúa como parte de la estrategia de la Comunitat Valenciana para impulsar una red de recarga para autobuses en puntos clave de la ciudad.

Históricamente, València ha mostrado interés por la movilidad eléctrica en su transporte público, y este despliegue representa un salto significativo en la infraestructura que sostiene al sistema.

supuestamente, este avance podría acelerar la reducción de emisiones y mejorar la eficiencia operativa de la EMT. presuntamente, el proyecto podría servir como modelo para otras ciudades de la región que buscan renovar sus flotas y descongestionar el tráfico. Aun así, el tiempo de amortización de la inversión dependerá del ritmo de utilización de la red y del coste de la energía. En todo caso, la ciudad se propone retomar la senda de una movilidad más limpia y conectada, con beneficios para residentes y visitantes. El despliegue de estos cargadores pretende, en última instancia, facilitar un servicio más ágil y sostenible, con la seguridad de que la EMT cuenta con la infraestructura necesaria para sostener un crecimiento de la flota eléctrica en los próximos años.

Esta actuación ha sido posible gracias a una coordinación entre el Ayuntamiento, el IDAE y el sector energético, que contempla ampliar la red de recarga en otros centros de la ciudad si la demanda lo justifica.

supuestamente, usuarios y vecinos ya valoran la mejora en la calidad del aire y en la experiencia de desplazamiento durante horas punta. En paralelo, la EMT tiene en marcha la planificación de la sustitución de antiguos autobuses diésel por modelos eléctricos para ampliar los beneficios de esta inversión.

presuntamente, este esfuerzo coordinado podría convertirse en un ejemplo para otros municipios que buscan acelerar la transición hacia una movilidad más limpia y conectada.