Más de 1,200 vecinos ya disfrutan de nuevas plazas de estacionamiento en La Petxina, con un incremento que casi triplica las zonas habilitadas anteriormente, beneficiando tanto a residentes como a visitantes.

Desde el pasado 7 de julio, el barrio de La Petxina en Valencia ha visto una transformación significativa en su sistema de aparcamiento, con la puesta en marcha de una nueva normativa que busca aliviar la congestión y facilitar el acceso a los residentes y visitantes.

En total, se han habilitado 1.419 plazas en la zona naranja, destinadas principalmente a los vecinos empadronados en el barrio, lo que representa un aumento sustancial en la capacidad de estacionamiento en comparación con el sistema anterior.

Supuestamente, esta iniciativa responde a varias décadas de demandas por parte de los residentes y comerciantes del barrio, quienes han sufrido durante años la escasez de espacios disponibles para aparcar.

La remodelación del sistema, que también contempla la creación de nuevas zonas de rotación en la zona azul, forma parte de un plan integral de movilidad urbana que busca equilibrar las necesidades de residentes, comerciantes y visitantes.

Según datos del Ayuntamiento, en total se han habilitado 2.046 plazas de aparcamiento en el barrio, de las cuales aproximadamente el 70% corresponde a la zona naranja y el resto a la zona azul. La zona naranja, que es de carácter exclusivo para residentes y en modalidad de rotación controlada para no residentes, ahora cuenta con casi el triple de plazas que la antigua zona azul.

Esto ha supuesto una gran mejora respecto a la situación previa, en la que las plazas disponibles eran claramente insuficientes para la demanda actual.

El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, afirmó que "la ampliación de las plazas en la zona naranja, junto con la regulación más estricta en la zona azul, facilitará una mejor distribución del estacionamiento y reducirá los problemas de congestión en el barrio".

Además, señaló que "el objetivo es responder a las peticiones de los vecinos, que ahora disponen de más zonas habilitadas, y también facilitar la visita a comerciantes y turistas".

Supuestamente, la mayor parte de las nuevas plazas —unos 1.419— están distribuidas en calles como Doctor Zamenhof, Sant Jacint, Azcárraga, Palleter, Sant Ignasi de Loiola, Jesús i Maria, Literat Gabriel Miró, Pare Rico, Calixt III, González Martí, Mestre Guerrero, plaza Horticultor Corset, Santa Maria Micaela, Martí l’Humà, Pintor Vila Prades, Villanueva y Gascons, así como en la avenida Gran Vía Ferran el Catòlic, en números 83 y 71.

Para obtener el distintivo de residente, los interesados pueden solicitarlo en cualquier momento a través de la sede electrónica del Ayuntamiento o de forma presencial en las juntas municipales de distrito, alcaldías pedáneas, la Oficina de atención ciudadana en la calle Amadeu de Savoia o en el Registro general de entrada en la calle Arquebisbe Mayoral.

Este distintivo, que es gratuito, requiere que la persona esté empadronada en el barrio y que acredite ser titular del permiso de circulación del vehículo o que figure como conductor habitual en el seguro del mismo.

Una vez obtenido, el residente puede pagar una tasa mensual de aproximadamente 6,50 euros o una tasa anual de unos 78 euros para mantener su permiso y estacionar en las plazas habilitadas.

La normativa establece que, en la zona naranja, además de los residentes, los no residentes pueden estacionar en rotación controlada en los días laborables, de lunes a viernes, entre las 9 y las 19 horas, y los sábados de 9 a 15 horas.

Fuera de estos horarios, solo podrán aparcar los residentes con el distintivo y el pago correspondiente.

Por su parte, la zona azul de rotación mantiene su horario habitual, de lunes a sábado, de 9 a 14 horas y de 16 a 20 horas, con un incremento en el número de plazas disponibles, que ahora suman 627 en diferentes calles del barrio.

Este esfuerzo por parte del Ayuntamiento busca no solo mejorar la movilidad cotidiana, sino también fomentar una gestión más eficiente del espacio urbano, en línea con las políticas de sostenibilidad y calidad de vida que se quieren impulsar en Valencia.

En definitiva, la ampliación de las plazas y la regulación más estricta en la zona de aparcamiento en La Petxina representan un paso importante hacia una ciudad más ordenada y accesible, en línea con las tendencias urbanísticas que priorizan la movilidad sostenible y el bienestar de sus habitantes.