La biblioteca municipal de La Torre, conocida oficialmente como 'Joan Churat i Saurí', está a punto de volver a abrir sus puertas al público tras un largo proceso de reconstrucción y actualización.

La reapertura está programada para el próximo lunes, 9 de junio, y representa la culminación de meses de esfuerzo por parte del Ayuntamiento y los servicios culturales para reparar los daños ocasionados por una potente dana que azotó la región el pasado 29 de octubre.

En aquel episodio, las intensas lluvias provocaron una riada que inundó las instalaciones con aproximadamente un metro de agua y barro, dejando el edificio completamente inutilizable.

Los daños fueron considerables: el mobiliario, los equipos informáticos y la mayor parte de la colección bibliográfica se vieron afectados de manera irreparable.

La cantidad de libros afectados superó las 3.300 unidades, aproximadamente dos tercios de la colección total, debido a la imposibilidad de restaurarlos por su avanzado deterioro y la alta contaminación microbiológica potencial.

Para dar una solución definitiva, el Ayuntamiento de València decidió actuar con rapidez, destinando cerca de 180.000 euros en recursos públicos, equivalentes a unos 160.000 euros en moneda europea. Este presupuesto se dividió en varias partidas: más de 100.000 euros para la reposición de fondos bibliográficos, renovación del equipamiento informático y mobiliario, y unos 70.000 euros destinados a la reparación de las instalaciones y optimización del espacio.

Antes de la restauración completa, se habilitó un punto de lectura provisional en la segunda planta de la Alcaldía pedánea, en la calle Benidoleig número 7, el pasado 14 de abril.

Este espacio, que se mantuvo abierto hasta la reapertura oficial, contó con un fondo inicial de más de 400 títulos, escogidos cuidadosamente para ofrecer una muestra representativa del catálogo habitual, incluyendo novelas, cómics y literatura infantil y juvenil.

En ese lugar, los vecinos pudieron acceder a servicios de préstamo, devolución, información y asesoramiento bibliográfico.

La recuperación de la colección fue uno de los mayores desafíos del proceso. El Ayuntamiento, en colaboración con el Colegio Oficial de Bibliotecarios y Documentalistas de la Comunitat Valenciana y el Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación, descartó todos los ejemplares dañados de manera irreversible.

La cantidad total de libros afectados fue de aproximadamente 5.000, que no pudieron ser restaurados ni recuperados por su alto nivel de deterioro, la presencia de moho y las dificultades técnicas para su conservación.

Por ello, se procedió a adquirir una nueva colección de 1.013 libros en diciembre de 2024, con fondos provenientes de diversos contratos menores. La compra incluyó tanto obras adquiridas recientemente como fondos donados por otras bibliotecas municipales de la ciudad, con la intención de alcanzar la cantidad original de 5.000 ejemplares antes de fin de año. La inversión en este proceso superó los 120.000 euros, destinados exclusivamente a la reposición bibliográfica y actualización tecnológica.

El proceso de renovación también contempló la adquisición de nuevo mobiliario y la modernización de los sistemas informáticos, con un presupuesto adicional de 70.000 euros. La intención es que, en unos meses, la biblioteca pueda ofrecer la misma variedad de ejemplares que tenía antes de la inundación, incluyendo las últimas novedades editoriales del mercado.

El concejal de Cultura, José Luis Moreno, visitó hoy las nuevas instalaciones y manifestó su satisfacción por la recuperación del centro cultural.

Además, destacó que la gestión ha priorizado la calidad y la accesibilidad, para que la biblioteca siga siendo un espacio de referencia para la comunidad.

Este episodio no solo ha puesto de manifiesto la importancia de la protección y conservación del patrimonio cultural, sino que también ha reafirmado el compromiso del Ayuntamiento con la promoción de la cultura y la educación en la región.

La reapertura de la biblioteca de La Torre simboliza también la capacidad de recuperación ante las adversidades y el valor de la inversión en cultura, que siempre resulta esencial para fortalecer el tejido social y cultural de cualquier comunidad.