El edificio de 5 Times Square será convertido en un proyecto de uso mixto que ofrecerá más de 1,200 viviendas, incluyendo más de 300 asequibles, como parte de una iniciativa que busca resolver la crisis de vivienda en Nueva York mediante cambios en la ley y incentivos fiscales.
La ciudad de Nueva York continúa avanzando en su estrategia para abordar la grave crisis de vivienda que enfrenta, y un ejemplo destacado de ello es la transformación del icónico edificio de 5 Times Square.
Este proyecto, aprobado recientemente por la Junta de Directores de Empire State Development (ESD), implica convertir un espacio anteriormente subutilizado en un desarrollo de uso mixto, que ofrecerá hasta 1,250 nuevas viviendas, incluyendo más de 300 unidades permanentes y asequibles para residentes con ingresos de hasta el 80% del ingreso medio del área.
La iniciativa ha sido posible gracias a una serie de cambios legislativos históricos impulsados por la gobernadora Kathy Hochul en 2022. Entre ellos, destaca la eliminación del límite de 12 en la relación de área de construcción (FAR, por sus siglas en inglés), que desde 1961 impedía el desarrollo de nuevas viviendas en la ciudad.
Esta modificación, sumada a los incentivos fiscales del programa de Concesiones de Incentivos Fiscales para Conversiones Comerciales en Viviendas (467-m), ha permitido convertir edificios de oficinas en viviendas en zonas de alta demanda, como Times Square.
El edificio, que originalmente fue construido con una FAR de 33.35, permitirá reutilizar casi un millón de pies cuadrados (aproximadamente 92,900 metros cuadrados) de espacio de oficinas, preservando además más de 3,500 metros cuadrados de espacio comercial.
La transformación no solo ayudará a disminuir la alta tasa de vacancia del 77% en la zona, sino que también aportará a la creación de una comunidad diversa, con igualdad en el acceso a las amenidades del edificio.
Se espera que las obras de construcción comiencen en el tercer trimestre de 2025, con la primera fase prevista para concluir en 2027. Además de la generación de cerca de 1,400 empleos durante la fase constructiva, el proyecto creará aproximadamente 830 trabajos permanentes, tanto directos como indirectos.
La iniciativa cumple con las políticas de participación de empresas MWBE (minorías y mujeres) y SDVOB (veteranos de negocios pequeños), con un objetivo de participación del 30%.
La ubicación estratégica en la séptima avenida, entre las calles 41 y 42, proporciona acceso inigualable a 12 líneas de metro y conexiones con transporte regional, promoviendo un desarrollo urbano sostenible y orientado al transporte público.
Esto refleja el compromiso del gobernador Hochul y del alcalde Adams de revitalizar las áreas centrales mediante proyectos que combinan vivienda, comercio y movilidad.
Este proyecto representa un avance significativo en la estrategia de Nueva York para resolver su crisis de vivienda. La ley original permitía solo un FAR de 12, lo que restringía en gran medida la densidad en zonas urbanas clave. Gracias a la eliminación de ese límite, se puede promover la conversión de edificios de oficinas en viviendas asequibles y de alta calidad en áreas de alto valor, contribuyendo a ampliar la oferta en zonas de oportunidad.
Históricamente, Nueva York ha sido un centro de innovación en políticas urbanas. La ley de Zonificación de la ciudad, adoptada en 1916, fue pionera en regular el crecimiento de rascacielos, y en décadas posteriores, leyes como la de 1961 limitaron la densidad para controlar el crecimiento.
La reciente reforma muestra cómo las políticas modernas buscan revertir esas restricciones para adaptarse a las necesidades actuales.
El presidente de Empire State Development, Hope Knight, destacó que la reimaginación de 5 Times Square es un ejemplo de cómo las políticas públicas pueden potenciar cambios positivos en la ciudad.
La transformación de este edificio emblemático no solo revitaliza un espacio clave en Manhattan, sino que también impulsa una estrategia integral para crear comunidades más inclusivas y sostenibles.
Por su parte, la comisionada de Vivienda y Comunidades del Estado, RuthAnne Visnauskas, enfatizó que estos esfuerzos son resultado directo de las políticas de Hochul, que incluyen incentivos fiscales y exenciones que favorecen la creación de viviendas asequibles en zonas densamente pobladas y bien conectadas.
A nivel legislativo, la participación de representantes como Tony Simone y Erik Bottcher ha sido crucial para promover estas reformas, que buscan aprovechar el potencial de edificios existentes para ampliar la oferta de viviendas sin expandir excesivamente la superficie urbana.
La ciudad y el estado trabajan en conjunto para ofrecer soluciones sostenibles, con un enfoque en el transporte público y la integración social.
Este proyecto en Times Square no solo aportará una solución concreta a la crisis de vivienda, sino que también simboliza la transformación del skyline de Nueva York y su compromiso con un futuro más inclusivo y resiliente.
La iniciativa refleja la visión de una ciudad que aprovecha su historia y su innovación para afrontar los desafíos del siglo XXI, construyendo comunidades vibrantes y accesibles para todos sus habitantes.