La gobernadora Kathy Hochul anuncia más de 400 millones de euros en fondos para viviendas y proyectos de desarrollo que beneficiarán a comunidades como Syracuse y promoverán el crecimiento económico en el norte del estado de Nueva York.
La gobernadora Kathy Hochul ha presentado hoy un ambicioso plan de inversión para abordar la crisis de vivienda en el estado de Nueva York, destinando más de 400 millones de euros en fondos estatales que buscan facilitar el acceso a viviendas asequibles y estimular el crecimiento económico en diversas comunidades.
Este paquete de inversión forma parte del Presupuesto Aprobado para el Año Fiscal 2026 y se suma a un histórico esfuerzo de la administración Hochul para crear o mantener 90,000 viviendas asequibles en los próximos cinco años.
La iniciativa contempla varias líneas de financiamiento y programas destinados a mejorar la infraestructura, promover desarrollos residenciales de ingresos mixtos y apoyar a las familias en situación de vulnerabilidad.
Una de las principales novedades es la creación de un fondo de 70 millones de euros para comunidades Pro-Vivienda, destinado a financiar proyectos de infraestructura clave, como mejoras en alcantarillado y agua, que faciliten la construcción de nuevas viviendas en localidades como Syracuse.
Esta región, epicentro de la futura superautopista de semiconductores impulsada por la inversión de la multinacional Micron, se proyecta como un motor de crecimiento económico con la creación de más de 40,000 empleos en las próximas dos décadas.
La inversión de Micron, que en euros equivale a unos 45 mil millones, posiciona a la condado de Onondaga y sus alrededores como un centro neurálgico de la industria tecnológica en Estados Unidos.
Se estima que en la próxima década se requerirán alrededor de 27,000 nuevas viviendas solo en esa zona, debido al aumento poblacional y a la llegada de trabajadores especializados.
Además, diversas empresas de la cadena de suministro de semiconductores, como GlobalFoundries y Edwards Vacuum, también han anunciado planes de expansión que generarán miles de empleos y demandarán un incremento en la oferta habitacional.
RuthAnne Visnauskas, Comisionada de Vivienda y Renovación Comunitaria del estado, resaltó: “Todos los neoyorquinos tienen derecho a vivir en condiciones dignas.
Por eso, estamos comprometidos en utilizar todos los recursos disponibles para resolver la crisis de vivienda, con inversiones que mejoren la asequibilidad y protejan a quienes más lo necesitan”.
Entre las iniciativas más destacadas se encuentra la creación de un fondo de 70 millones de euros para proyectos en comunidades certificadas como Pro-Vivienda, que ayudará a financiar mejoras en infraestructura y facilitará la construcción de viviendas asequibles.
Además, se lanzará un programa piloto de vales de acceso a la vivienda con un presupuesto inicial de 45 millones de euros, dirigido a hogares en riesgo de quedarse sin hogar o sin vivienda.
Este programa, que se extenderá por cuatro años, proporcionará ayudas económicas a familias que ganen hasta el 50% del ingreso medio del área, ayudándolas a acceder a viviendas dignas y seguras.
La Administración también contempla la implementación de un fondo rotatorio de 25 millones de euros para financiar viviendas de alquiler para familias de ingresos mixtos en zonas fuera de la ciudad de Nueva York, ofreciendo condiciones de financiamiento más flexibles y económicas.
Otra de las medidas clave es la introducción de incentivos fiscales para promover la construcción de viviendas asequibles. Se duplicarán los créditos fiscales disponibles para proyectos de viviendas de bajos ingresos, lo que podría atraer inversiones privadas por más de 185 millones de euros anuales, facilitando la creación de nuevas unidades residenciales.
Asimismo, la ley busca limitar la adquisición masiva de viviendas por parte de inversores institucionales, desincentivando la compra en masa de viviendas unifamiliares y bifamiliares en el estado.
Se impondrán restricciones y períodos de espera para que estas entidades puedan realizar nuevas compras, además de prohibirles solicitar deducciones fiscales por depreciación o intereses en dichas propiedades.
Estas medidas pretenden favorecer a las familias locales y reducir la especulación inmobiliaria.
El plan también incluye la implementación de nuevas políticas para combatir la discriminación en tasaciones inmobiliarias, asegurando que todos los neoyorquinos tengan igualdad de oportunidades para adquirir o valorar sus viviendas, reduciendo las brechas raciales y promoviendo una mayor equidad en el mercado.
En conjunto, estas acciones representan un compromiso firme de la administración Hochul para transformar el panorama de la vivienda en Nueva York, promoviendo un crecimiento sostenible y equitativo que beneficie a todas las comunidades del estado, especialmente en regiones clave como Syracuse y el norte del estado, donde la inversión en infraestructura y la generación de empleo marcarán un cambio profundo en los próximos años.