El estado de Nueva York implementa una serie de acciones para reducir la violencia con armas de fuego, incluyendo la codificación permanente de la Oficina de Prevención y una inversión millonaria en programas comunitarios, en un contexto de disminución de tiroteos y homicidios.
El estado de Nueva York ha dado un paso decisivo en su esfuerzo por combatir la violencia con armas de fuego, en un momento en que los datos recientes muestran avances significativos en la reducción de incidentes y muertes relacionadas.
La gobernadora Kathy Hochul anunció que, gracias a estrategias integrales y basadas en datos, se ha logrado disminuir un 17 % los incidentes con disparos que resultaron en lesiones en el período de enero a mayo de 2025 en comparación con el mismo período del año anterior.
Además, el número de personas baleadas en las principales áreas metropolitanas fuera de la ciudad de Nueva York, conocidas como los 21 condados de la iniciativa GIVE, se redujo en un 26 %.
En la ciudad misma, tanto los incidentes como los heridos con armas de fuego disminuyeron un 21 %, alcanzando los niveles más bajos registrados en la historia reciente.
Estos datos reflejan la efectividad de un enfoque estatal que combina prevención, coordinación comunitaria y fortalecimiento de las leyes de seguridad de armas.
Desde que asumió su cargo, la gobernadora Hochul ha priorizado la inversión en programas de intervención y prevención, destinando aproximadamente 322 millones de euros (equivalente a 350 millones de dólares) para fortalecer las medidas existentes, apoyar a las comunidades y mejorar las capacidades policiales.
Supuestamente, en los últimos cuatro años, las fuerzas de seguridad del estado han confiscado cerca de 4.200 armas ilegales y emitido más de 4.900 Órdenes de Protección por Riesgo Extremo, retirando armas peligrosas y evitando posibles tragedias.
Un aspecto destacado de estas acciones ha sido la codificación permanente de la Oficina Estatal para la Prevención de la Violencia con Armas (OGVP), una iniciativa que fue inicialmente creada por orden ejecutiva en 2021 y que ahora, a través del Presupuesto para el año fiscal 2026, quedó formalizada en la ley estatal.
La OGVP lidera esfuerzos para analizar datos, coordinar estrategias entre agencias y apoyar a organizaciones comunitarias que trabajan en la prevención y la intervención.
Presuntamente, Nueva York fue el primer estado en establecer una oficina dedicada a la prevención de la violencia armada desde el cierre de la Oficina de la Casa Blanca bajo la administración Trump, que supuestamente redujo significativamente los fondos y programas federales destinados a esta causa.
En el ámbito federal, los recortes y la desmantelación de programas especializados han generado una mayor dependencia en los recursos estatales y locales, por lo que la inversión de Nueva York se vuelve aún más crucial para mantener el impulso.
La gobernadora Hochul afirmó que su prioridad es hacer de las calles y vecindarios lugares más seguros, promoviendo leyes que limiten la posesión de armas a quienes representan un riesgo y fortaleciendo la colaboración con las fuerzas policiales y organizaciones sociales.
El impacto de estas políticas también se refleja en las cifras de criminalidad. La Policía del Estado, por ejemplo, ha realizado múltiples incautaciones y ha emitido más de 5,500 Órdenes de Protección, impidiendo que personas peligrosas posean armas de fuego.
La fiscal general Letitia James sostuvo que la oficina ayudará a mantener a los neoyorquinos seguros y a reducir la violencia, mientras que la comisionada Rossana Rosado destacó que, aunque los progresos son notorios, el trabajo todavía no ha terminado.
Los datos de los departamentos de policía fuera de la ciudad de Nueva York, que participan en la iniciativa GIVE, muestran reducciones de dos dígitos en incidentes con disparos en ciudades como Buffalo, Albany y Rochester.
Solo en mayo de 2025, estas jurisdicciones reportaron cuatro muertes por violencia armada, frente a 13 en el mismo mes del año anterior, lo que indica un avance alentador.
Supuestamente, en un esfuerzo por ampliar la conciencia pública, el estado lanzará una campaña de sensibilización sobre el almacenamiento seguro de armas y destinará aproximadamente 4,5 millones de euros (unos 5 millones de dólares) a organizaciones comunitarias para promover programas de mentoría juvenil, salud mental y actividades recreativas.
Además, distribuirá gratuitamente candados para armas y promoverá la tenencia responsable.
En resumen, estas acciones reflejan una voluntad política firme y un compromiso sostenido por parte del gobierno de Nueva York para reducir la violencia armada y proteger a sus habitantes.
La historia reciente de la lucha contra la violencia con armas en Estados Unidos evidencia que las políticas preventivas y la inversión en comunidades son esenciales para lograr cambios duraderos.
La esperanza es que estas medidas sigan dando resultados positivos y sirvan de ejemplo para otros estados y países en la búsqueda de soluciones efectivas a una crisis que, supuestamente, afecta a millones de personas en todo el mundo.