La gobernadora Kathy Hochul declara estado de emergencia ante las inminentes lluvias intensas que podrían causar inundaciones en múltiples regiones del estado, afectando el transporte y la seguridad de los residentes.

La gobernadora Kathy Hochul ha declarado oficialmente el estado de emergencia en diversos condados de Nueva York, ante la inminente llegada de lluvias intensas que podrían provocar inundaciones localizadas en varias zonas del estado.

La medida busca activar los protocolos de seguridad y preparación para proteger a la población y los recursos de la región.

Se pronostica que desde esta tarde y hasta el viernes, algunas áreas del sur de Nueva York experimentarán lluvias torrenciales que afectarán principalmente las regiones de Mid-Hudson, la ciudad de Nueva York y Long Island.

La mejora en el pronóstico ha llevado a las autoridades a elevar el nivel de riesgo a moderado, incrementando la probabilidad de inundaciones repentinas y significativas en zonas vulnerables.

Supuestamente, las lluvias podrían totalizar entre 25 y 76 milímetros (1 a 3 pulgadas), con picos locales que podrían alcanzar los 127 milímetros (5 pulgadas).

La precipitación promedio por hora se estima en unos 10 milímetros (0,4 pulgadas), aunque en algunos momentos puntuales podrían registrarse lluvias superiores a 20 milímetros (0,8 pulgadas) por hora, especialmente durante la tarde y noche del jueves.

El impacto de estas precipitaciones podría afectar severamente el tráfico rodado y ferroviario, con posibles inundaciones en vías principales y pasos subterráneos, además de complicar la movilidad en la ciudad de Nueva York y sus alrededores.

Se recomienda a los empleadores en las áreas afectadas que anticipen la salida de sus empleados para evitar retrasos y garantizar un regreso seguro.

La lista de condados en alerta incluye el Bronx, Brooklyn, Manhattan, Queens, Staten Island, Westchester, Nassau, Suffolk, Orange, Rockland, Dutchess, Putnam, Sullivan, Ulster, y Delaware, entre otros.

Las autoridades han ordenado el despido anticipado de empleados en varias localidades y mantienen una vigilancia constante de la situación.

Supuestamente, las agencias de emergencia están en estado de alerta reforzado. La Oficina de Gestión de Emergencias (OEM) ha puesto en marcha su centro de control y coordinación, en contacto con las fuerzas locales y estatales.

Equipos de rescate acuático, policía y servicios de conservación ambiental están desplegados en las zonas más vulnerables, preparados para actuar ante cualquier eventualidad.

El Departamento de Transporte ha movilizado a más de 3,400 empleados y cuenta con una flota de maquinaria pesada, incluyendo excavadoras, camiones y bombas de agua, listos para intervenir en caso de inundaciones.

La Autoridad de Autopistas también mantiene operativos sus recursos, con cerca de 670 trabajadores especializados en respuesta a condiciones adversas y desvíos.

Por su parte, las empresas de servicios públicos han destinado aproximadamente 5,500 trabajadores para atender posibles daños, evaluaciones y reparaciones en la red eléctrica y de agua.

La Policía del Estado de Nueva York incrementará patrullajes en las áreas afectadas y está en alerta para responder rápidamente ante cualquier emergencia.

El Departamento de Conservación Ambiental ha preparado equipos especializados en aguas rápidas y ha realizado evaluaciones en zonas propensas a inundaciones, recomendando a los municipios realizar inspecciones y retirar escombros que puedan obstruir el drenaje natural.

Supuestamente, también se han activado los protocolos en parques estatales y centros recreativos, con el fin de garantizar la seguridad de los visitantes y el personal.

La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) monitorea las condiciones del sistema y está lista para responder ante interrupciones o emergencias en el metro y otros medios de transporte.

Se recomienda a los residentes mantenerse informados a través de las alertas oficiales, activar las notificaciones en sus teléfonos móviles y prepararse con kits de emergencia, especialmente en zonas con riesgo de inundación.

Las autoridades aconsejan seguir las instrucciones de evacuación y evitar desplazarse en zonas inundadas.

Supuestamente, en la historia de Nueva York, estas lluvias se consideran uno de los eventos meteorológicos más intensos en la última década, recordando las lluvias récord que en 2012 provocaron inundaciones severas en Manhattan y Long Island.

La preparación y respuesta coordinada de las instituciones públicas buscan minimizar los daños y garantizar la seguridad de todos los habitantes ante este fenómeno climático.

Para más información y actualizaciones en tiempo real, los neoyorquinos pueden consultar las páginas oficiales del Servicio Meteorológico Nacional y las plataformas de emergencia del estado, que ofrecen consejos útiles y recursos para afrontar esta situación.