La gobernadora Kathy Hochul firma leyes que facilitan la participación de profesionales de la salud en competiciones deportivas en Nueva York, fortaleciendo la seguridad y la atención a atletas nacionales e internacionales.
En un esfuerzo por potenciar la seguridad y la calidad de la atención médica en eventos deportivos de gran envergadura en el estado de Nueva York, la gobernadora Kathy Hochul ha promulgado nuevas leyes que amplían la participación de profesionales de la salud en estas actividades.
La legislación, conocida como A.8481A/S.8206A, autoriza a ciertos profesionales de la salud licenciados en otras jurisdicciones a ejercer en Nueva York en relación con eventos sancionados por organizaciones como los New York Road Runners.
Esta medida supone un avance importante, ya que permite que médicos, enfermeros, fisioterapeutas y otros profesionales puedan brindar atención especializada durante competiciones de alto nivel, como maratones, triatlones y otras carreras internacionales.
Además, la ley A.3267/S.20 establece que profesionales en buen estado de registro y autorizados en otros estados puedan ofrecer servicios en eventos como el Ironman Lake Placid 2025, uno de los triatlones más prestigiosos del mundo.
Supuestamente, estas regulaciones responden a la creciente demanda de atención médica de calidad en eventos deportivos que atraen a atletas de todo el planeta.
La historia de las competencias en Nueva York se remonta a más de un siglo, siendo pionera en la organización de maratones y carreras internacionales desde principios del siglo XX.
En 1970, por ejemplo, el famoso Maratón de Nueva York empezó a consolidarse como uno de los eventos más importantes del calendario global, atrayendo a miles de corredores y espectadores.
El presidente y CEO de la Autoridad de Desarrollo Regional Olímpica del Estado de Nueva York, Ashley Walden, expresó que la legislación fortalece la capacidad del estado para atraer profesionales médicos de primer nivel de diferentes partes del país.
Supuestamente, también permitirá que atletas internacionales traigan sus propios equipos médicos, asegurando una continuidad en la atención que puede marcar la diferencia en casos de emergencias.
Por su parte, el comisionado de salud de Nueva York, el Dr. James McDonald, afirmó que la prioridad del estado es la salud y el bienestar tanto de los residentes como de los visitantes. La ley garantiza que los participantes en eventos como el Ironman Lake Placid puedan seguir recibiendo soporte médico de sus propios especialistas, incluso si estos son de otros estados o países.
El senador estatal José Serrano destacó que las competencias organizadas por los New York Road Runners representan una excelente oportunidad para atraer corredores internacionales a la ciudad.
La legislación asegura que profesionales de la salud con licencia en otros lugares puedan trabajar en estas carreras, contribuyendo a la seguridad y éxito de los eventos.
Asimismo, la legisladora Monique Chandler-Waterman, quien también fue atleta, resaltó la importancia de que los deportistas tengan acceso a atención médica competente y de confianza.
Supuestamente, esta ley facilitará que profesionales cualificados puedan asistir a los participantes antes, durante y después de las competencias, elevando el nivel de seguridad.
El legislador Dan Stec subrayó que eventos como el Ironman Lake Placid, con su historia que data de varias décadas, son fundamentales para la economía y el turismo en la región.
La disponibilidad de atención médica especializada ayuda a garantizar el éxito y la continuidad de estas tradiciones deportivas.
En conclusión, estas nuevas leyes reflejan el compromiso de Nueva York con la excelencia en la organización de eventos deportivos internacionales, asegurando que tanto atletas como espectadores disfruten de un entorno seguro y respaldado por profesionales de la salud altamente calificados.
Se estima que la inversión en estos servicios médicos puede equivaler a aproximadamente 20.000 euros por evento, dependiendo de la escala y duración de cada competición, consolidando la posición del estado como un destino de primer nivel para el deporte de élite.