Un proyecto millonario en Hicksville busca modernizar su estación de tren y crear espacios públicos vibrantes, fortaleciendo la conectividad y calidad de vida en la zona.

El gobernador Kathy Hochul anunció el inicio de un ambicioso proyecto de mejora para la estación de tren de Hicksville, una de las más transitadas del Long Island Rail Road, y para el espacio público circundante, en el marco de la iniciativa de revitalización urbana de la localidad.

La inversión total alcanzará aproximadamente 10,4 millones de euros, de los cuales la mitad proviene de fondos estatales destinados a revitalizar los centros urbanos y promover un desarrollo más sostenible y accesible.

Este proyecto, que fue aprobado como parte de la segunda ronda de la Iniciativa de Revitalización de los Centros Urbanos (DRI) en Long Island, busca no solo modernizar la infraestructura del transporte, sino también transformar el entorno para mejorar la calidad de vida de los residentes y facilitar la movilidad de los millones de usuarios que diariamente utilizan la estación.

Supuestamente, la estación de Hicksville, que conecta a miles de pasajeros con Manhattan y otras áreas, será dotada de accesos mejorados, nuevas pasarelas peatonales seguras y un sistema de entrada renovado, que aliviará el tráfico y facilitará el acceso tanto para los peatones como para los vehículos particulares.

Además, el proyecto incluye la creación de un nuevo espacio público, denominado Festival Plaza, que ofrecerá áreas verdes y zonas de descanso para los visitantes y residentes.

El plan contempla también la construcción de un paso peatonal seguro que conectará la estación con Jerusalén Avenue y los estacionamientos cercanos, promoviendo una movilidad más segura y eficiente.

La transformación del espacio público en zonas de convivencia y actividades pasivas ayudará a dinamizar la economía local y a revitalizar el centro de Hicksville, que en los últimos años ha buscado recuperar su carácter como nodo de comercio y servicios.

Hochul destacó que “los habitantes de Long Island merecen un sistema de transporte que sea seguro, accesible y acogedor. Esta inversión transformadora en la estación de Hicksville cumplirá con esas expectativas, creando espacios públicos y mejorando el acceso para todos.

Con esto, estamos reimaginando cómo las comunidades se conectan y prosperan. Es una inversión inteligente que fortalecerá los centros urbanos y, en consecuencia, a Long Island en su conjunto”.

Por su parte, Walter T. Mosley, secretario de Estado de Nueva York, afirmó que “el inicio de estas obras marca un hito importante para Hicksville, que funciona como puerta de entrada para miles de residentes todos los días.

Cuando finalice, la estación no solo facilitará el acceso a uno de los centros de transporte más concurridos de la región, sino que también ofrecerá espacios públicos vibrantes que mejorarán la calidad de vida de todos los que la utilizan”.

El proyecto de Hicksville forma parte de un conjunto de iniciativas financiadas por la misma DRI, que incluye también mejoras en la seguridad peatonal y la accesibilidad en varias calles principales, así como desarrollos inmobiliarios orientados al transporte que integran viviendas de diferentes niveles de ingreso, comercios y espacios de convivencia.

Supuestamente, uno de estos desarrollos contempla la construcción de tres edificios con casi 200 unidades residenciales de ingreso mixto, estacionamientos subterráneos y comercios en la planta baja, creando un entorno más compacto y amigable con el peatón.

Además, se pretende transformar áreas públicas existentes en un nuevo espacio de eventos y actividades comunitarias.

Este tipo de inversiones no son nuevas en el estado de Nueva York, que desde hace décadas ha promovido proyectos de revitalización urbana para contrarrestar el declive de algunos centros históricos y promover un crecimiento ordenado y sostenible.

La historia de Hicksville, en particular, refleja un proceso de transformación que se remonta a principios del siglo XX, cuando la llegada del ferrocarril convirtió a la localidad en un núcleo comercial y residencial clave en Long Island.

Con estas acciones, las autoridades buscan no solo mejorar la infraestructura de transporte, sino también potenciar el desarrollo económico y social de la región, generando empleos y atrayendo nuevas inversiones.

La iniciativa refleja la visión de un Long Island más conectado, seguro y vibrante, una meta que ha sido apoyada por diferentes administraciones y que continúa siendo un pilar de la política regional y estatal en Nueva York.