Las políticas comerciales del expresidente Trump están generando aumentos de precios que afectan directamente a las familias de Nueva York, con un coste adicional estimado de 3.980 euros por hogar en 2024.

El pasado 7 de agosto, Donald Trump, en su calidad de expresidente y ahora candidato, supervisó la implementación de nuevas tarifas aduaneras que han provocado un notable aumento en los precios de productos básicos en Nueva York.

Según datos recientes facilitados por la gobernadora Kathy Hochul, estas medidas están teniendo un impacto directo en los bolsillos de los residentes, quienes enfrentan un gasto adicional estimado en aproximadamente 3.980 euros por hogar durante 2024, en un contexto de crisis de asequibilidad a nivel nacional.

Supuestamente, estas tarifas afectan a bienes importados por un valor de unos 149.000 millones de euros en la región, lo que equivale a un incremento efectivo cercano al 21 % en los impuestos aduaneros sobre la mayoría de estos productos, según cálculos realizados por el Departamento de Finanzas del Estado.

Esto significa que tanto consumidores como negocios tendrían que pagar aproximadamente 30.600 millones de euros adicionales en impuestos de importación para mantener sus niveles de compra previos, una carga que se traduce en un aumento de casi 4.200 euros por hogar en la ciudad y estado de Nueva York.

Entre los bienes más afectados se encuentran productos electrónicos y ordenadores, con importaciones por valor de unos 11.750 millones de euros en 2024. Estudios presuntamente realizados por la Universidad de Yale proyectan que los precios de estos productos podrían experimentar un incremento superior al 17 %, debido a las tarifas impuestas.

En el mismo sentido, las importaciones de prendas de vestir y accesorios, por valor de aproximadamente 9.300 millones de euros, podrían ver aumentos en sus precios superiores al 35 %, afectando artículos como calzado y ropa, mayoritariamente fabricados fuera de Estados Unidos.

La situación ha generado preocupación en los líderes políticos del estado. La senadora estatal Andrea Stewart-Cousins afirmó que, desde que tomó el control del Senado, el compromiso ha sido reducir los impuestos para la clase media más que en ningún otro momento en los últimos 70 años, además de apoyar a las pequeñas empresas y mejorar la financiación educativa.

Sin embargo, sostuvo que las tarifas impuestas por la administración Trump están socavando estos avances y llamando a los colegas republicanos a defender a la región frente a estas políticas que solo generan caos económico.

Por su parte, la senadora Rachel May advirtió que estos aranceles están elevando los costos y obligando a los neoyorquinos a gastar más en productos cotidianos.

También resaltó que los pequeños empresarios están sufriendo por los aumentos en los precios de inventario y que es necesario trabajar en conjunto para aliviar la carga económica.

El senador Sean M. Ryan complementó esta visión, señalando que economistas y expertos venían advirtiendo que los consumidores estadounidenses serían los principales afectados por la guerra comercial de Trump.

Al haber aprobado un presupuesto estatal que pretendía reducir el coste de vida en la región, Ryan afirmó que las tarifas están contrarrestando estos esfuerzos y exhortó al gobierno federal a revertir estas políticas para garantizar estabilidad y asequibilidad.

El asambleísta Andrew Hevesi agregó que cada desarrollo en políticas comerciales hace la vida más difícil para las familias. Presuntamente, la imposición de estas tarifas supone un gasto adicional de unos 3.980 euros por hogar, lo cual no representa ningún avance en el desarrollo económico sino una muestra de las prioridades del expresidente Trump. La comunidad neoyorquina, según expertos y líderes locales, percibe claramente que estas medidas solo sirven para aumentar la carga económica de quienes ya enfrentan dificultades para llegar a fin de mes, poniendo en evidencia la necesidad de políticas que prioricen la protección del bienestar de la población.

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