El gobernador de Nueva York, Kathy Hochul, anunció nuevas inversiones en sistemas de gestión de riesgos climáticos y alertas tempranas, ante el aumento de eventos meteorológicos peligrosos y los recortes en fondos federales que amenazan la seguridad de la región.
En un esfuerzo por fortalecer la preparación y respuesta ante fenómenos climáticos extremos, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció hoy un robusto plan de inversión en la infraestructura y sistemas de alerta temprana del estado.
La mandataria destacó que, en los últimos años, la frecuencia y la intensidad de eventos meteorológicos peligrosos, como huracanes, tornados y fuertes inundaciones, han aumentado significativamente, poniendo en riesgo a las comunidades y a la economía local.
Supuestamente, estos fenómenos ya no pueden considerarse eventos aislados, sino que forman parte de un patrón climático que se ha ido agravando desde la década de 1980, cuando científicos advirtieron sobre los efectos del cambio climático causado por la actividad humana.
La propia Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos predijo hace más de 40 años que, si no se tomaban medidas, los desastres naturales serían cada vez más frecuentes y devastadores.
En este contexto, la gobernadora Hochul hizo hincapié en la importancia de la inversión estatal en tecnología de punta para monitoreo y comunicación, así como en la capacitación de los equipos de emergencia.
Supuestamente, Nueva York ha destinado en el último año unos 18 millones de euros (unos 16 millones de dólares) para fortalecer su Centro de Comunicación de Riesgos Climáticos, ubicado en la Universidad de Albany, una instalación considerada como una de las más avanzadas del país.
Durante el evento, Hochul recorrió las instalaciones del centro, que cuenta con sistemas de predicción en tiempo real, modelos de simulación y una red de sensores distribuidos en distintas zonas del estado.
La idea es que la información precisa y oportuna pueda llegar rápidamente a los habitantes y a las autoridades locales, para activar protocolos de evacuación y prevención antes de que las catástrofes ocurran.
Supuestamente, este centro también trabaja en la formación de profesionales especializados en gestión de crisis, social scientists y meteorólogos, quienes colaboran en la elaboración de campañas de concienciación y en el desarrollo de planes de respuesta adaptados a cada tipo de desastre.
No obstante, a pesar de estos esfuerzos, la gobernadora alertó sobre los recortes en fondos federales que podrían afectar la continuidad de estos programas.
Supuestamente, en la última semana, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. anunció la reducción de una subvención de aproximadamente 3,5 millones de euros (unos 3 millones de dólares) destinada a la investigación y desarrollo en sistemas de predicción meteorológica, lo cual preocupa a las autoridades estatales.
Hochul afirmó que, aunque el estado ha aumentado su presupuesto en 25 millones de euros (unos 22 millones de dólares) en los últimos 18 meses para programas de respuesta rápida, la reducción de fondos federales representa un obstáculo para mantener estos niveles de inversión.
Además, presuntamente, la administración estatal está gestionando la adquisición de nuevos equipos y la capacitación de personal en coordinación con organismos internacionales y expertos en clima.
Por ejemplo, se ha puesto en marcha un sistema de alertas vía mensajería de texto, que permite a los residentes enviar su código postal y recibir información en tiempo real sobre riesgos y acciones recomendadas.
Este sistema, llamado Triple 3, se ha probado con éxito en varias regiones y se espera que sea implementado a nivel estatal en los próximos meses.
Supuestamente, en los últimos años, Nueva York ha sufrido más de 37 tornados, una cifra que supera la cantidad registrada en toda la región del Tornado Alley en EE.UU., y que, en el pasado, era considerada casi inexistente en esta zona. Además, las inundaciones repentinas y las olas de calor extremo han causado daños materiales y pérdidas humanas.
La gobernadora Hochul concluyó su intervención resaltando que la prioridad del estado es proteger a sus ciudadanos y que, a pesar de los recortes presupuestarios, se seguirá invirtiendo en innovación y en fortalecer los sistemas de respuesta ante eventos climáticos cada vez más peligrosos.
Asimismo, anunció que se realizarán simulacros y ejercicios de preparación en colaboración con comunidades locales, para estar mejor preparados ante futuras emergencias.
En resumen, Nueva York está en una carrera contra el tiempo para adaptarse a una realidad climática que se vuelve cada día más desafiante, y que requiere de una inversión constante y una coordinación eficiente entre todos los niveles de gobierno y la sociedad civil.