El jueves, TikTok experimentó una interrupción generalizada que afectó a miles de usuarios en todo Estados Unidos, generando una ola de quejas en redes sociales y una caída en la actividad de la plataforma.

Según datos de Downdetector, se reportaron más de 33,000 incidencias en el país, comenzando alrededor de las 16:00 horas (hora local) y alcanzando un pico a las 16:30.

La mayoría de los usuarios reportaban que los videos no cargaban correctamente o que la aplicación no respondía, presuntamente por problemas en la conexión con los servidores.

La plataforma, que cuenta con aproximadamente 2 mil millones de usuarios en todo el mundo y es uno de los mayores fenómenos en redes sociales en la última década, no ha emitido aún un comunicado oficial sobre la caída.

Hasta las 18:15, las principales cuentas de TikTok en X (antes Twitter) permanecían silenciosas respecto a la situación. La interrupción generó una oleada de reacciones en redes sociales, donde miles de usuarios compartían sus frustraciones y capturas de pantalla del problema.

Este tipo de fallos en plataformas digitales no son nuevos; sin embargo, la escala y el impacto en una plataforma tan popular como TikTok son particularmente relevantes.

La compañía matriz, ByteDance, ha tenido en el pasado problemas regulatorios y de censura en diferentes países, pero incidentes como este muestran la vulnerabilidad de los sistemas ante fallos técnicos o ataques cibernéticos.

El problema también tuvo repercusiones en la salud pública y en el comportamiento de los usuarios jóvenes, especialmente adolescentes y niños, quienes consideran TikTok una fuente clave de entretenimiento y comunicación.

Durante la caída, se reportó un aumento en llamadas a servicios de emergencia en varias ciudades, en un fenómeno que algunos medios han calificado como una