La compañía de Elon Musk decide cerrar su equipo de supercomputación Dojo, marcando un giro importante en su enfoque hacia los chips de inteligencia artificial para vehículos autónomos. La iniciativa, que supuestamente fue clave en su avance tecnológico, deja paso a una nueva estrategia centrada en chips más eficientes y económicos.

Tesla ha tomado una decisión que podría transformar el futuro de su tecnología de conducción autónoma y sus proyectos de inteligencia artificial. La compañía, liderada por Elon Musk, ha anunciado el cierre del equipo encargado de su supercomputadora Dojo, una iniciativa que supuestamente buscaba potenciar el procesamiento de datos necesarios para los vehículos autónomos.

Según informes de Bloomberg, Peter Bannon, quien lideraba el proyecto Dojo, presuntamente dejará la empresa, y alrededor de 20 empleados habrían sido transferidos a la recién creada DensityAI.

El resto del equipo de Dojo, por su parte, sería reasignado a otros centros de datos y proyectos de computación dentro de Tesla.

Este movimiento representa un cambio estratégico significativo en la visión de Musk respecto a los chips de inteligencia artificial. En una publicación del 8 de agosto de 2025, el CEO explicó que no tiene sentido para Tesla dividir sus recursos en dos diseños de chips de IA muy diferentes.

Musk afirmó que los futuros chips AI5, AI6 y siguientes serán “excelentes para inferencia y al menos bastante buenos para entrenamiento”, y que toda la atención de la compañía está puesta en esa dirección.

Supuestamente, la razón principal de esta decisión es que, en un clúster de supercomputadoras, sería práctico colocar múltiples chips AI5 o AI6 en una sola placa para reducir la complejidad y los costes de cableado, facilitando así una escalabilidad más eficiente.

Musk también sugirió que, en lugar de múltiples diseños, sería más conveniente centrar todos los esfuerzos en desarrollar chips optimizados que puedan realizar tanto inferencias como entrenamiento, lo que podría acelerar los avances en conducción autónoma.

Cabe destacar que, históricamente, Tesla ha invertido millones de euros en su supercomputadora Dojo, una de las más avanzadas del mundo, con la intención de liderar el desarrollo de vehículos autoconducidos.

Sin embargo, presuntamente, la compañía ha llegado a la conclusión de que diversificar sus recursos en diferentes chips no era la estrategia más eficiente, especialmente en un mercado donde la competencia, como Nvidia y AMD, también desarrolla soluciones de IA para automoción.

El cambio de rumbo podría tener implicaciones importantes en la carrera tecnológica de Tesla. La empresa ha apostado fuerte por la IA y la computación avanzada para mantener su liderazgo en vehículos eléctricos y autónomos. La supuesta reorientación hacia chips más integrados y eficientes también refleja una tendencia general en la industria tecnológica, donde la especialización y la optimización de recursos son claves para reducir costes y mejorar el rendimiento.

En el contexto global, la inversión de Tesla en supercomputación y chips de IA ha sido vista como un hito en la historia de la innovación tecnológica.

La decisión de cerrar Dojo no solo impacta en su estrategia interna, sino que también puede influir en el mercado de hardware para vehículos autónomos a nivel mundial, donde presuntamente otros actores están acelerando sus propios desarrollos.

Por ahora, Tesla continúa con sus planes de avanzar en la producción y perfeccionamiento de sus vehículos autónomos, con una visión que sigue siendo ambiciosa pero adaptada a las nuevas realidades del mercado y la tecnología.

La compañía, que en el pasado supuestamente invirtió miles de millones de euros en sus proyectos de IA, ahora apuesta por una estrategia más centrada y eficiente, con la esperanza de mantener su posición como líder en innovación en movilidad eléctrica y automoción autónoma.