Un sindicato de empleados tecnológicos denuncia despidos forzados en Tata Consultancy Services en Pune, mientras la compañía niega las acusaciones y asegura que solo se trata de una reestructuración legítima.

Nueva Delhi, 2 de octubre — El Senado de Empleados de Tecnología de la Información (NITES), un foro que representa a los trabajadores del sector tecnológico en India, ha señalado presuntamente a Tata Consultancy Services (TCS) por forzar la renuncia de cerca de 2.300 empleados en Pune. La acusación fue presentada en una carta dirigida al Ministro de Trabajo de Maharashtra, Devendra Fadnavis, en la que se solicita una intervención inmediata para proteger a los trabajadores afectados.

Según NITES, el Ministerio de Trabajo ya habría solicitado al secretario laboral de Maharashtra que investigara la situación. Sin embargo, el presidente de NITES, Harpreet Singh Saluja, afirmó que la situación en la región ha empeorado en las últimas semanas, con presuntamente miles de empleados perdiendo sus empleos en un corto período.

Supuestamente, los despidos en TCS han generado un ambiente de temor entre los trabajadores, muchos de los cuales son profesionales de nivel medio y senior con entre 10 y 20 años en la compañía.

La mayoría tienen más de 40 años, y con responsabilidades económicas como hipotecas, gastos escolares y el cuidado de familiares mayores, encontrar un nuevo empleo en el mercado actual es sumamente difícil para ellos.

El sindicato también acusó que estas terminaciones de contrato estarían siendo realizadas en presunta violación de la Ley de Conflictos Laborales de 1947, ya que la empresa no habría notificado formalmente a las autoridades correspondientes.

Además, supuestamente TCS no habría pagado indemnizaciones adecuadas y estaría presionando a los empleados para que renuncien voluntariamente.

NITES afirmó que esta crisis no solo afecta cifras, sino que pone en riesgo la estabilidad de muchas familias, la educación de los hijos y la seguridad financiera de quienes dependen de estos trabajos.

La organización ha pedido al Ministerio de Fomento de Maharashtra que intervenga y detenga las supuestas prácticas ilegales, garantizando que los empleados reciban los beneficios legales que les corresponden.

Por su parte, TCS negó las acusaciones. En un comunicado oficial, la empresa declaró: “La información compartida en estas acusaciones es inexacta y tiene un propósito malicioso. Solo un número limitado de empleados ha sido afectado por una iniciativa que busca realinear habilidades dentro de nuestra organización.” La compañía añadió que, en junio pasado, anunció planes para reducir aproximadamente el 2% de su plantilla global, lo que equivale a unos 9,200 empleos en Europa, principalmente en niveles intermedios y superiores, en línea con su estrategia de enfocarse en inteligencia artificial y eficiencia.

Supuestamente, los despidos recientes en Pune son parte de una reestructuración que busca adaptarse a las nuevas demandas del mercado tecnológico mundial, donde las empresas están priorizando proyectos relacionados con la inteligencia artificial y la automatización.

Sin embargo, la controversia ha puesto en evidencia las tensiones existentes en el sector, especialmente en un país como India, donde el sector tecnológico genera millones de empleos y representa un pilar fundamental de la economía.

Históricamente, Tata TCS ha sido una de las mayores empresas de tecnología en India y del mundo, fundada en 1968, y se ha consolidado como un referente en servicios de consultoría y outsourcing.

La situación actual refleja las dificultades que enfrentan muchas multinacionales en la gestión de sus recursos humanos en un entorno cada vez más competitivo y cambiante.

La comunidad laboral y los sindicatos están atentos a cómo evoluciona este conflicto, que podría marcar un precedente en las relaciones laborales del sector tecnológico en la región.