La compañía tecnológica anuncia una reducción significativa en su plantilla y refuerza la política de regreso presencial, mientras enfrenta cuestionamientos sobre su cultura empresarial y confianza laboral.

Redmond, 14 de septiembre de 2025 — Microsoft ha llevado a cabo una serie de despidos masivos en lo que va del año, dejando a miles de empleados sin empleo y reduciendo su plantilla en aproximadamente un 3%.

Estas medidas forman parte de una estrategia de reestructuración que responde a las cambiantes necesidades del gigante tecnológico. Según fuentes oficiales, estos despidos afectaron principalmente áreas de productos y ingeniería, en un intento de optimizar recursos y adaptar la empresa a un mercado en rápida transformación.

El proceso de reducción de personal ha sido gradual, pero en julio de 2025 se registró un aumento significativo, con aproximadamente 9.000 despidos adicionales en ese mes, según informes de CNBC. La estrategia también incluye una nueva política de retorno al trabajo presencial. Desde febrero pasado, la compañía ha exigido que los empleados que trabajan cerca de su sede en Redmond acudan a la oficina al menos tres días a la semana, una medida que ha generado opiniones divididas entre los trabajadores.

La jefa de Recursos Humanos, Amy Coleman, explicó en una reunión que la recepción de esta política ha sido mixta, y que algunos empleados sienten que están perdiendo autonomía.

Hasta ese momento, durante la pandemia, Microsoft había permitido un trabajo completamente remoto, fomentando el uso de herramientas como Teams para videollamadas y comunicación en línea.

Sin embargo, en comparación con otras empresas tecnológicas, como Amazon, que solicitó el regreso a la oficina a tiempo completo antes, Microsoft ha optado por un regreso más gradual, solicitando solo tres días presenciales.

Este cambio en la política laboral se suma a un contexto en el que la compañía ha enfrentado cuestionamientos internos sobre la empatía y la cultura corporativa.

En una conversación filtrada, el CEO Satya Nadella admitió que la empresa podría mejorar en esos aspectos y expresó su intención de reconstruir la confianza entre los empleados, señalando que todos, incluyendo él mismo, deben hacer un esfuerzo mayor.

Supuestamente, en la misma reunión, Nadella mencionó que las críticas sobre la falta de empatía son una oportunidad para aprender y mejorar. La compañía también ha anunciado que, en medio de estos cambios, planea contratar a más especialistas en inteligencia artificial, específicamente tutores en IA, para impulsar su división de tecnología avanzada, que ha sido uno de los motores de crecimiento en los últimos meses.

Por otro lado, Microsoft continúa invirtiendo en infraestructura tecnológica. La empresa ha destinado miles de millones de euros para construir y arrendar centros de datos, con el objetivo de satisfacer la demanda creciente de soluciones de inteligencia artificial y servicios en la nube.

A pesar de las críticas internas y los despidos, la compañía ha mostrado números positivos en Wall Street. Sus acciones han subido casi un 20% en 2025, elevando su valor de mercado a aproximadamente 3.371 mil millones de euros, posicionándose como la segunda empresa más valiosa después de Nvidia.

En cifras recientes, en julio, Microsoft reportó un incremento del 24% en su beneficio neto, alcanzando cerca de 23.500 millones de euros, aunque los márgenes brutos experimentaron una ligera caída, situándose en torno al 69%. Estos resultados reflejan un fuerte interés por parte de los inversores en la apuesta de la compañía por la inteligencia artificial y los servicios en la nube, aspectos que parecen contrarrestar las tensiones internas y las revisiones en su política laboral.

En conclusión, Microsoft continúa enfrentándose a un escenario de cambios profundos en su estructura y cultura empresarial, intentando equilibrar la eficiencia económica con la satisfacción de su plantilla, en un año que promete ser decisivo para su futuro en el sector tecnológico.